“Más demanda que ofertas”: así han sido las 5.000 salidas de CaixaBank

CaixaBank acaba de presentar sus cuentas del 2019. Durante el pasado ejercicio el banco ganó menos por los gastos extraordinarios derivados del expediente de regulación de empleo (ERE) que materializó el año pasado para 2.023 personas.

Según explicó el presidente de la entidad, Jordi Gual durante la presentación, desde 2014 han salido del banco 5.000 personas. Sin embargo todas han sido “de manera voluntaria”, lo que supone una señal de “fortaleza”. Y además, en todas ellas “ha habido más demanda qué ofertas”.

Además, Gual señaló que “no ha habido un único camino”, es decir que ha habido salidas pero al mismo tiempo han creado nuevos puestos y nuevas líneas de negocio. Así combinan ahorro y eficiencia. Y por ejemplo, han contratado a 2.000 personas jóvenes para rejuvenecer a la plantilla.

“Hemos creado en un periodo de 10 años, 9.000 nuevos puestos” destacaba. Sin embargo, el banco negocia de nuevo un programa de salidas “que afecta fundamentalmente a Barcelona”. Una ciudad que no se había visto afectada de momento por el ERE porque así se pactó, ya que no existía excedente de personal. Pero por la edad de sus trabajadores, les ha llegado el turno.

“Así lo hablamos con los sindicatos, y solo afecta a personas próximas a la jubilación” añadía el presidente del banco.  Los empleados que se adhieran a este Plan de Desvinculaciones Voluntarias dejarán la entidad el 1 de abril. La medida, a la que se pueden acoger un máximo de 376 trabajadores, está dirigida únicamente a las provincias de Barcelona y Teruel, y a trabajadores de 58 años o más.

El siguiente paso del banco en la Ciudad Condal será el de contratar nuevo personal, centrándose en perfiles jóvenes para impulsar la renovación de su equipo profesional.

DURO VIENTO

En este contexto, Jordi Gual aprovechaba para hablar del “duro viento” que atraviesa la actividad bancaria. En su opinión, 2019 ha sido un año “muy exigente” para el negocio de los bancos y “ha sido complejo” desde el punto de vista macroeconómico y financiero.

El Brexit o la guerrra han lastrado más de lo que el banco preveía. Además, el entorno financiero se ha visto marcado por las políticas monetarias de los bancos centrales. La Reserva Federal bajó los tipos de interés hasta 3 veces en Estados Unidos y el Banco Central Europeo retomó su estrategia de estímulos y bajo el Tipo de Facilidad de Depósito.

“Sin duda las bajadas de tipos han tenido efectos beneficiosos a nivel económico” reconocía “sin embargo, es evidente que la capacidad que tienen para estimular la economía es negativa y puede indicar riesgos”. Demandaba entonces políticas estructurales.

En su banco “no les queda otra” que gestionar esta situación adaptando la política de costes como si los tipos bajos se fueran a mantenerse de forma indefinida. “Este entorno junto a una demanda de crédito muy moderada supone un duro viento para la actividad bancaria”.

El presidente de CaixaBank insistía en el momento de gran incertidumbre geopolítica en el que nos encontramos, pero  el objetivo está en  “tratar que la confianza se restablezca”.