El Gobierno pisa el acelerador, pero España suspende en renovables

La misma semana en la que el Gobierno ha declarado la emergencia climática, la Oficina Estadística de la Unión Europea, Eurostat propina un tirón de orejas a España evidenciando que nuestro país llega al emblemático 2020 sin los deberos hechos en materia de energías renovables. Ahora al Ejecutivo le entran las prisas, eleva la cartera para la Transición Ecológica, de la ministra Teresa Ribera, a la categoría de vicepresidencia, y sitúa en el centro de la recién estrenada política del nuevo Gobierno de coalición el cambio hacia el nuevo modelo energético. Todo con el impulso de Unidas Podemos, principal socio del presidente, Pedro Sánchez y uno de los principales abanderados de la denominada Estrategia por la Transición Justa y contra la Pobreza Energética. Pero el sector avanza a un ritmo más lento de lo previsto, según los datos de 2018.

La energía procedente de fuentes renovables representó en España el 17,4% del consumo energético total, dos décimas menos que el año anterior y más de dos puntos y medio por debajo del 20% previsto como objetivo para 2020, lo que sitúa de nuevo al país entre los trece Estados miembros más alejados de su meta nacional, según los datos publicados este jueves por Eurostat.

El informe de la oficina estadística europea señala que Letonia se ha unido al conjunto de socios comunitarios que ya ha conseguido llegar a su objetivo individual. En este grupo también se encuentran Bulgaria, República Checa, Dinamarca, Estonia, Grecia, Croacia, Italia, Lituania, Chipre, Finlandia y Suecia.

Rumanía se encuentra muy cerca de pertenecer a este grupo, puesto que en 2018 la proporción de energías renovables sobre el consumo total era sólo una décima inferior a su objetivo, mientras que la brecha en Hungría, Austria y Portugal también es inferior a un punto. A su vez, Alemania, Luxemburgo y Malta están a menos de dos puntos de llegar a su objetivo.

En el polo opuesto se sitúan Países Bajos, con un peso de las renovables 6,6 puntos inferior a su meta nacional, Francia (6,4 puntos), Irlanda (4,9 puntos), Reino Unido (4 puntos) y Eslovenia (3,9 puntos).

En el caso de España, la proporción de energías renovables sobre el consumo energético total ha aumentado desde el 8,3% registrado en 2004. Sin embargo, entre 2017 y 2018 se redujo dos décimas, hasta el 17,4%, para llegar al mismo nivel que ya registró en 2016.

En el conjunto del bloque comunitario, la proporción de energías renovables sobre el consumo bruto de energía total alcanzó en 2018 el 18%, cinco décimas más que un año antes y dos puntos por debajo del objetivo comunitario para 2020 (del 20%).

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Suecia es el único socio de la UE en el que las energías renovables tienen un peso superior al 50% (del 54,6%), por delante de Finlandia (41,2%), Letonia (40,3%), Dinamarca (36,1%) y Austria (33,4%). Por el contrario, Países Bajos (7,4%), Malta (8%), Luxemburgo (9,1%) y Bélgica (9,4%) son los Estados miembros con menor proporción de energías renovables a nivel doméstico.

EL PNIEC: LA HOJA DE RUTA HACIA 2030

El acuerdo de declaración de emergencia climática anunciada tras el primer Consejo de Ministros de la legislatura, destaca que los primeros pasos de esta transformación ya se han activado. En particular, hace referencia al PNIEC 2021-2030, que sitúa a España en la “senda correcta” para lograr que la generación eléctrica sea 100% renovable en 2050, eliminando, en la próxima década, una de cada tres toneladas de CO2 emitidas actualmente. Para ello, en 2030 se habrá duplicando el consumo final de energía renovable y, en el caso de la electricidad, el 74% será de origen limpio.

Se trata de un esfuerzo coherente con el aumento de ambición a 2030 anunciado por la Comisión Europea: incrementar el actual objetivo de reducción de emisiones a 2030, un 40% para el conjunto de la Unión Europea (UE), a una horquilla entre el 50% y el 55%.

La nueva ‘hoja de ruta’ a 2030, que estará abierta a alegaciones hasta el próximo 25 de marzo en su último trámite previo a su remisión definitiva a la Comisión Europea, recoge la aceleración al final del carbón, en línea con las últimas decisiones de los propietarios de estas centrales debido al incremento de los costes y de los derechos de emisión que deben comprar para producir.

Uno de los principales cambios que incluye el nuevo documento es el mayor impulso que se concede a la solar fotovoltaica, con casi 2.300 MW más frente al primer borrador, hasta alcanzar los 39.181 MW. Ello supondrá el desarrollo de unos 30.000 MW de esta tecnología en la próxima década.

El nuevo PNIEC prevé un ‘mix’ eléctrico con una potencia total instalada de 160,83 gigavatios (GW), de los cuales 50,3 GW serán de eólica; 39 GW de solar fotovoltaica; 26,6 GW de ciclos combinados de gas; 14,6 GW hidráulica; uno 9 GW bombeo; y 7,3 GW solar termoeléctrica. Además, se mantienen los 3,18 GW de nuclear.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.