Fue el pasado 5 de junio cuando Mapfre y Santalucía formalizaron una alianza estratégica para desarrollar de manera conjunta sus negocios funerarios en España. Fruto de dicho acuerdo es el nacimiento de la compañía líder en el mercado funerario: 1.650 trabajadores, más de 60 crematorios, 400 centros funerarios, tanatorios y oficinas de atención al público, 42 cementerios, y una flota de 750 vehículos.
La fusión sería a través de Funespaña y Albia, respectivas filiales de Mapfre y Santalucía. Pero había una piedra en el camino. Funespaña, además de la realización del negocio de servicios funerarios, ostenta participaciones en otras entidades cuya actividad no es la propiamente funeraria.
Por tanto, el grupo Mapfre ha llevado a cabo la reestructuración y reorganización de su negocio de servicios funerarios. La entidad resultante es Funespaña Dos. El objetivo no es otro que acometer posteriormente la alianza estratégica con el grupo Santalucía para generar sinergias y aprovechar las economías de escala.
Tras la segregación, el grupo resultante tendrá presencia directa e indirecta en el 100% del territorio nacional. Y prestará más de 70.000 servicios funerarios al año.
LA OPERACIÓN DE MAPFRE
Mapfre, a través de su filial, poseerá el 25% del capital social de la compañía. Santalucía, a través de Albia, hará lo propio con el 75% restante. Funespaña no reducirá su capital social, ya que recibirá la totalidad de las participaciones sociales de la sociedad beneficiaria por un valor equivalente al de la unidad económica aportada o segregada.
En consecuencia, todas las participaciones sociales de la sociedad beneficiaria serán asumidas y desembolsadas íntegramente por Funespaña pasando, por consiguiente, a formar parte de esta sociedad. Por tanto, no procederá el reparto de las participaciones sociales de la sociedad beneficiaria a favor de los accionistas de Funespaña.
La sociedad beneficiaria de nueva constitución, Funespaña Dos, asumirá todos los medios humanos y materiales, y se subrogará en todos los bienes, derechos, acciones, obligaciones… Será una sociedad limitada, y el perímetro de la segregación comprende la totalidad de los activos y los pasivos. El total de los activos suma 115,1 millones de euros, y el de los pasivos, 36,6 millones de euros.
Con esta segregación, Mapfre y Santalucía dan un paso más para crear el líder del mercado funerario español sobrepasando a Mémora. Esta otra compañía fue adquirida en 2017 por el fondo de pensiones canadiense Ontario Teachers. El precio de la operación fue de 450 millones de euros. Mémora cuenta con 125 tanatorios, 26 crematorios, 23 cementerios y 1.200 empleados. El número de servicios que realiza anualmente es de unos 46.000, y su facturación es de unos 150 millones de euros.