domingo, 15 diciembre 2024

Las claves para conservar un buen jamón ibérico

Cualquier época del año es buena para comerse unas buenas lonchas de un jamón ibérico. Este es el alimento rey de nuestro país. El jamón es más que conocido fuera de nuestras fronteras. Posee un alto valor nutricional. Las proteínas hacen que el jamón te den un plus de energía.

El sabor de un buen jamón ibérico te estalla en la paladar y no podrás parar de comer. Cuando compras una pata de jamón eres incapaz de dejar de cortar lonchas, pero comerse toda la pata lleva unos días. Mientras se está consumiendo en casa una gran pieza la debes de guardar correctamente para que no se estropee el resto. Sería un drama encontrarse la pata de jamón rancia después de días y días de no comerla. Te dejamos las claves para saber conservar un buen jamón ibérico.

Ten en cuenta la temperatura del jamón ibérico

jamon 2 Merca2.es

Esta delicia patria al que pocos se pueden resistir es rica en zinc, hierro, magnesio, calcio, fósforo, vitaminas B1, B2, B3, B6 y otras vitamina D. Es un alimento indispensable para consumidores gourmet. Muchos son los chefs internacionales que están incorporando a sus fogones.

Para conservarlo tienes que tener en cuenta la temperatura. El jamón debe mantenerse bajo las mismas condiciones que en las bodegas de procedencia. Debe de ser un lugar seco y fresco. Es importante evitar siempre las temperaturas, lejos de la humedad y del calor, ya que pueden alterar las características organolépticas del producto, como la textura, el olor o el sabor. La temperatura ideal sería la de 10 a 15 grados.

Al jamón ibérico nunca lo debes de tapar, pues no lo dejarás airear.

No uses nunca halógenos y focos que puedan incordiar de forma directa sobre el producto. Al jamón no le viene bien la luz. Es recomendable no exponerlo, ni almacenar la pieza o el loncheado en un lugar donde haya una luz directa, ya que puede provocar alteraciones en el color y el sabor del producto.

Fíjate en los períodos de consumo

Evita que haya parones en el período del consumo. Un jamón que está recién cortado siempre tiene mejor sabor que si lo dejas unos días, pero no todo el mundo sabe hacerlo como se debe de hacer. Evidentemente si es una pata de jamón grande te ocupará mucho espacio.

Si has comprado un jamón loncheado tendrás mayor comodidad. Poner el tocino cortado encima del trozo por donde se ha empezado es una práctica muy común, pero lo realmente ideal es untar la superficie de corte de la pieza con tocino blanco del propio jamón ibérico, dejando siempre una película pequeña de grasa. Esto evita que se transfieran los olores y sabores desagradables. Usa un paño de algodón por encima y el jamón se conservará mucho mejor.

No debes de consumir un jamón cuando han pasado más de dos meses desde que lo has comprado. Cuando se ha comenzado el corte se debe de mantener la superficie lo más uniforme que se pueda con la idea de aprovechar al máximo el jamón. Sería perfecto mantener una proporción de magro y grasa en cada loncha cortada.

La ideal serían tres centímetros de ancho. No cortes por varias zonas. Esto le causa heridas a la pata y hará que se seque antes de tiempo, por eso es mejor ir quitando la corteza y tocino de lo que vayas a comer. Si pelas el jamón entero durará en óptimas condiciones muy poco tiempo.

Uso de cuchillos para el jamón ibérico

Los maestros que cortan el jamón suelen usar tres cuchillos. Uno fuerte y grande para poder pelar el jamón y cortar el cuero. El deshuesado llamado puntilla para poder separar el hueso de la zona del magro. Por último sería el que conoce todo el mundo: el jamonero. Este tiene que tener una hoja larga, flexible y fuerte. Este corta finas lonchas y perfectas.

No envuelvas nunca el jamón. No uses nunca un film de plástico. El jamón necesita respirar. Si envuelves el jamón le privarás de poder airearse y así se pondrá antes malo.

Cuando decidas cortar toda el jamón ibérico el mismo día lo mejor que puedes es envasarlo al vacío. Los paquetes deben de ser de 100-200 gramos. Si vas a tardar en comerlo lo mejor que puedes hacer es meterlo en la nevera. Cuando lo quieras comer sácalo de la nevera con media hora de antelación. Con este acto evitarás que el jamón atempere y cuando abras el paquete tendrá buen sabor. Coloca todas las lonchas en un plato y no las comas directas del plástico. Si no lo sabes cortar y quieres cortarlo entero será mejor que se lo digas a un profesional especializado.


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