Diferentes son los retos que tiene por delante el sector asegurador de cara al 2020. Uno de ellos es la revisión de Solvencia II. Otro, la puesta en marcha de las nuevas normativas internacionales de información financiera (prevista para 2021). Además, y fuera del ámbito legal, los procesos de digitalización.
“Los aseguradores llevamos ya mucho tiempo abogando porque la legislación en esta materia, alguna de ella muy longeva, pierda la obsesión por el papel físico que hoy puede operar como un freno objetivo en las relaciones entre aseguradores y clientes”, dijo Pilar González de Frutos, presidenta de Unespa, en el XXVI encuentro del sector asegurador.
Y es que la implantación de nuevos procesos digitales será clave para que el sector asegurador de un paso hacia adelante. Todos los jugadores del sector (aseguradoras, mediadores y consultores) coinciden en señalar que hay que adaptarse y cambiar el modelo hacia otro más digital.
Los procesos de digitalización y productos ad hoc para los clientes serán dos de los desafíos más importantes
“Aunque este proceso requiere de una inversión inicial, la sociedad demanda inmediatez, trato directo y mucha transparencia. Por eso es necesario que las corredurías interioricen este cambio y apuesten por la tecnología”, señalan desde Wefox, un marketplace digital que conecta a las compañías de seguros con las corredurías.
EL ENTORNO DEL SECTOR ASEGURADOR
Otro de los universos a los que tendrá que hacer frente el sector asegurador será el del entorno de bajos tipos de interés. “Los tipos bajos no provocarán la ruina de los aseguradores, pero sí el cambio radical del modelo de negocio. En inexistencia de métodos para gestionar los riesgos financieros a largo plazo, éstos le serán masivamente transferidos al cliente, con lo que el ahorro de los particulares será, literalmente, menos seguro”, añadió Pilar González de Frutos.
Por tanto, hay dos peligros: uno, la generalización de modelos de negocio basados en los productos en los que es el cliente el que asume los riesgos financieros; y, dos, la imposibilidad de instrumentar en el mercado productos para que el ahorro consolidado por muchas personas se convierta en pagos periódicos vitalicios.
Otro reto destacado por Wefox será el denominado como cross-selling. Se trata de nuevas herramientas que evalúen mejor las características de los clientes para, así, poder ofrecerles nuevos productos que se ajusten más a sus necesidades y estilos de vida. “Esta técnica de venta de cruzada no sólo generará un beneficio mayor a las corredurías, sino que mejorará su reputación ya que ofrecerá a los clientes sólo aquello que se ajuste a su perfil de la mano de su corredor de confianza”, recalcan.
Los hábitos de la sociedad están cambiando. Nuevas fórmulas de movilidad, por ejemplo, están demandando diferentes necesidades. Y el seguro no es ajeno, sino que forma parte de este nuevo escenario.
Fruto de ello, y por ello, el futuro vendrá marcado por la personalización en todos los sentidos. “El mundo de los seguros no es menos. 2020 estará marcado por la recuperación del seguro ad hoc para cada cliente”, inciden desde Wefox.
Burocrático y con vocabulario complejo. Estas han sido señas de identidad que han venido acompañando al sector asegurador. De ahí que tanto corredores como aseguradoras deban sacar partido a las nuevas soluciones tecnológicas para ser más ágiles, por un lado, y conseguir una comunicación más fluida, por otro.
Digitalización, comunicación más fluida… una transformación del sector asegurador que requiere cambios en los procesos de trabajo y en la cultura de la organización. Un partido que deben jugar tanto la empresa como los trabajadores.
