El Canal 33 acaba de cumplir veinticinco años. Este pintoresco proyecto madrileño tiene mucho mérito por apostar por el municipalismo, la producción propia y el directo en tiempos en los que las teles locales, todas sin excepción, caen por derribo y se convierten en portaaviones de productos de dudosa ética (teletiendas, espacios de homeopatía o echadores de cartas).
La cadena dirigida por Enrique Riobóo nació en 1994 con una cobertura limitada que alcanzaba a los distritos de Latina, Carabanchel, Usera, Villaverde y Centro, que seguían el proyecto, entonces Canal 47 hasta que José Frade les compró el espacio radioeléctrico para lanzar el mítico Canal 7, pasto de ‘Tómbola’ o del obsceno cine del destape.
Y durante años Canal 33 fue la tele roja de la capital: por su señal se seguían las reivindicaciones contra Irak, las protestas contra Aznar por el 11-M y las maratones del 15-M cuando en Intereconomía decía que en Sol olía a porro y La Sexta no era ‘más periodismo’. Esperanza Aguirre, aprovechando la llegada de la TDT, intentó cerrarla junto a TeleK y a otros proyectos molestos para Génova 13. Pero Zapatero les lanzó un bote salvavidas.
CANAL 33: UNA PARRILLA DIGNA DE ESTUDIO
En la parrilla del Canal 33 convive el veterano doctor Khan, experto en acupuntura; ‘Aquí opinamos todos’, consultorio entregado al ego digno de estudio de Antonio Miguel Carmona; y un espacio de toros que contrasta con las reivindicaciones del rojerío.
La batuta que hace sonar semejante partitura la mueve Enrique Riobóo, periodista gallego, menudo y despierto que en la gala que celebra el veinticinco aniversario del canal premió al popular José María Álvarez del Manzano, alcalde de Madrid durante doce años al que le entregó el galardón el actual primer edil madrileño, José Luis Martínez-Almeida.
El director del Canal 33 le lanzó varios guiños a Almeida. Y es que se nota que Riobóo está más cómodo con el PP gobernando la Villa y Corte que con Ahora Madrid, que despreciaba al Canal 33 por la incomprensible campaña lanzada por el director de la cadena contra Podemos.
Almeida, en claro compadreo con el periodista, le recordó en púbico que cuando era «secretario general del Consejo de Gobierno«, puesto al que accedió en 2011, les echó «una mano con cierta artimaña jurídica». El público del restaurante Los Porches contestó con risas a la picardía del ‘activista medioambiental’ que rige Madrid.
OTRA MANO, DE VERDAD
El que le echó una mano al Canal 33 y a tantos otros proyectos fue el Gobierno Zapatero, que se sacó de la manga en el Senado una ley en las Navidades de 2007 para salvar la «televisión de proximidad sin ánimo de lucro». Este movimiento del PSOE evitó el cierre del proyecto previsto para el 1 de enero de 2008.
También en el Senado, una década después, Riobóo acudió para acusar a Pablo Iglesias de realizar prácticas irregulares durante los tiempos de ‘La Tuerka’, que se vio en el Canal 33. El periodista gallego quería su minuto de gloria, patinó como tertuliano en el TDT Party, intentó hacer caja con un libro insultante para Podemos escrito a trompicones y le hizo el caldo gordo al PP.
Y es que los populares querían extender su mancha: todos los políticos eran iguales. Aquí no se salvaba nadie de meter la mano en la caja, querían decir. Riobóo, durante años azote de la derecha, se convertía en el nuevo mejor amigo de los populares.
EL FUTURO
Canal 33, que se ha cargado el espíritu de la Ley de Zapatero alquilado una señal a la cadena de la controvertida Iglesia Adventista del Séptimo Día, asegura ser un proyecto de «carácter social que prima la participación ciudadana. Actualmente mantiene una línea similar, mediante noticias vecinales, sindicales, de educación, sanidad y servicios públicos en general».
La cadena dirigida por Riobóo asegura que su reto futuro «pasa por mantener su esencia de pluralismo, municipalismo, proximidad e independencia con formatos nuevos y creativos y con los que han triunfado hasta ahora, que le han convertido en canal de referencia en mensajes sociales y de participación. Todo con más inversión en técnicos, periodistas y equipamiento, pese al monopolio actual audiovisual en Madrid (Telemadrid)». Felicidades.