A la frase que dice ‘el futuro será renovable o no será’, se le debería añadir un importante añadido: y con una tecnología de baterías suficientemente desarrollada para evitar volver a la Edad del Hierro. Además, el asterisco cobra una relevancia todavía más importante en España, puesto que será el país europeo más necesitado dada nuestra peculiar geografía. El problema de lo anterior, que parece que todavía cuesta asimilar, en especial a nuestros políticos, es que dicho desarrollo no será maduro al menos hasta 2035, según reconocen fuentes del sector.
España, más bien el Gobierno anterior (que va a ser muy similar al próximo), se propuso una meta muy ambiciosa. El ejecutivo prevé alcanzar en 2030 un peso del 74% en energías renovables. Uno de los saltos, desde el actual porcentaje, más grande de toda Europa que, sin embargo, dependerá más del desarrollo (y subvención) de una compleja red de almacenamientos de energía en el sistema eléctrico de lo que piensa. De hecho, un mix 100% renovable solo sería capaz, dentro de una década, si fuera sustentado con un 27% del mismo a través de baterías.
Se trata de una cifra levemente más alta que la de Italia, que necesitaría un 25%, al igual que Reino Unido y mucho más marcada que el 10% de Francia o el 8% de Alemania, según uno de los últimos informes de BloombergNEF. La razón de la mayor dependencia española se encuentra en nuestra genuina geografía. Tanto la orografía como la disponibilidad de recursos juegan un papel importante en la capacidad de cartera óptima de cada país. Así, tanto España como Italia que son ricas en sol, lo que implica un mayor uso de la energía solar, necesitan de mayores proporciones de baterías para desplazar la electricidad creada durante el día hacía las horas nocturnas.
En concreto, según lo mide BloombergNEF, el mix renovable español óptimo sería el siguiente: el 34% lo debería producir la energía solar, seguido por un 32% de energía eólica terrestre, un 27% lo proporcionarían las baterías y el 7% restante sería entre hidroeléctrica y eólica marina. A pesar de todo, España no es el país que más energía solar utilizaría, puesto que ese honor le correspondería a Italia con un 39%, pero su mayor proporción de generadores en el mar le ayuda a compensar el efecto y a necesitar una menor cantidad de almacenamiento. Por otro lado, tanto Francia como Alemania se benefician de que pueden llegar a conseguir más de dos terceras partes de su mix con energía eólica.
UN MIX RENOVABLE DISPARARÍA LA FACTURA DE LA LUZ
Pese a que el desarrollo renovable no ha hecho más que empezar, las grandes energéticas ya han comenzado a comercializar contratos 100% verdes. Recientemente, la francesa Engie cerró un contrato con Microsoft de suministro de electricidad renovable las 24 horas. Una proeza no solo por las dificultades técnicas a las que se enfrenta, dado que hacerlo hora a hora es más difícil que mensual o anualmente, sino también por el alto coste que entraña la operación. Así, “el coste de una cartera europea que ofrece energía renovable durante todo el día, basada en una combinación de energía eólica, solar, baterías e hidroeléctrica (donde esté disponible), oscila entre 100 y 400 euros por megavatio-hora”, estiman los analistas de BloombergNEF.
El caso de España, se situaría en el punto medio. De hecho, una cartera renovable de cara a 2020 las 24 horas del día, los 7 días a la semana, en el territorio español rondaría los 200 euros por MWh. La cantidad supone multiplicar por cerca de cuatro veces el precio actual, que ronda los 50 euros. Aunque si nos retrotraemos una década atrás supondría multiplicar por seis el coste de la factura eléctrica. Además, para llegar a un valor como el actual habría que esperar, más allá de 2050, aunque obviamente se espera que en los próximos años el coste siga bajando. A pesar de todo, España no es el país más caro, puesto que dicho honor lo tendría Reino Unido con un precio estimado de 400 MW.
Pese a que las cifras que se manejan en la actualidad son todavía altos, cada vez existe una mayor tendencia a este tipo de contratos. Por ejemplo, desde BloombergNEF esperamos que «tales ofertas [como el acuerdo de Engie y Microsoft] proliferen en los próximos años a medida que los costes disminuyan».