El número de bibliotecas en España se ha visto reducido en aproximadamente 200 establecimientos en un marco temporal de dos años. En 2016 el total de bibliotecas en España era de 6.636, y al terminar 2018 el número descendió hasta las 6.458. El recorte en el número de establecimientos se contrapone al del éxito del formato electrónico, cuyos fondos en bibliotecas crecieron en un 21% en 2018.
El informe anual sobre las bibliotecas elaborado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) revela que casi nueve de cada diez bibliotecas en España (el 86,5%) eran de titularidad pública en 2018. Dentro de esta categoría, las bibliotecas de administración local son las más numerosas en España y las que menos pérdidas registraron al terminar el año. Las regentadas por las autonomías se llevan la peor parte con medio centenar menos, o lo que es lo mismo, una reducción del 7%. Las estatales terminaron el 2018 con una veintena menos. Por otra parte, las bibliotecas de titularidad privada se redujeron hasta los 57 cierres.
En lo relativo al personal, de un total de 24.941 empleados, 20.729 eran empleados a tiempo completo, mientras que 3.515 responden a colaboraciones como becas o voluntariado. La comparación de estas cifras con 2016 revela un aumento de la plantilla del 0,4%, pero los colaboradores cayeron un 7,3%.
El libro mantiene su liderazgo de documento más solicitado, ocupando el 57,7% del total de los préstamos. Le siguieron los documentos electrónicos son el otro gran favorito, aunque muy por debajo con un 17,7%. Los documentos audiovisuales completaron el podio (10,6%).
SÍ A LA LECTURA ELECTRÓNICA
La lectura en formato electrónico parecía algo incompatible con la imagen clásica y culta que desprende la literatura. Sin embargo, los ebooks se han ganado un puesto en los estantes de las casas. Las bibliotecas no podían ser menos, y conocedoras de la tendencia, aumentaron sus fondos en un 21,3% los libros electrónicos hasta alcanzar los 19,56 millones en 2018. Los préstamos de esta tipología aumentaron hasta los 7.636 equipos.
El porcentaje de bibliotecas con lectores de libros electrónicos mantuvo su tendencia al alza y alcanzó el 12,6% del total, frente al 12,2% de 2016. Los datos relativos al formato digital han ido ganando peso progresivamente desde 2014, según informa el INE. En cuanto a los lectores de este formato, el salto cuantitativo más significativo se dio entre 2014 y 2016 (desde los 5.811 hasta los 7.541), puesto que, entre 2016 y 2018 el crecimiento se moderó hasta los 7.636 usuarios.
LAS BIBLIOTECAS PIERDEN ‘CLIENTES’
Menos de la mitad de la población de nuestro país es socia de bibliotecas, el 46% en 2018. La cifra de adheridos a los servicios de préstamos de los templos literarios ha ido en descenso. Conocidos los datos de 2018, comparados con los de 2016, las cifras con las que terminará el 2019 no son esperanzadoras. El modus vivendi de nuestro tiempo parece no dejar espacio para las bibliotecas.
La caída de número de usuarios fue del 2% entre 2016 y 2018. Por comunidades autónomas, Cataluña muestra el peor dato con un 71,9% menos de usuarios. Le siguen el Principado de Asturias con un 62% menos de socios y Castilla y León que pierde un 54,4%.