La utopía de los aviones eléctricos: aún no son una alternativa

La contaminación que genera el transporte en avión se ha convertido más que nunca en un tema de actualidad, en contexto de la COP25 y de los sonados viajes de la activista Greta Thunberg, que prefiere desplazarse en trenes y catamaranes para evitar generar esa huella de carbono que producen las aeronaves. Esta mala imagen para los vuelos comerciales, unida a la ola de descarbonización y electrificación que experimentan varios sectores, entre ellos el de la automoción, hace que nos planteemos si sería posible fabricar aviones eléctricos.

Dado el ritmo frenético con el que avanza la tecnología, y varios casos recientes de aviones eléctricos en pruebas como el de la compañía Harbour Air, no parece descabellado pensar en la implementación de este tipo de tecnología en un futuro próximo.

Sin embargo, basta con ahondar un poco en los detalles de estos experimentos que se están llevando a cabo para darse cuenta de que aún quedan años, o más bien décadas, para poder hablar de vuelos comerciales con las características actuales propulsados por energía eléctrica.

AVIÓN ELÉCTRICO VUELA CON ÉXITO… DURANTE 10 MINUTOS

La compañía canadiense Harbour Air anunció el pasado miércoles haber ejecutado con éxito un vuelo de prueba del llamado ePlane, en colaboración con magniX. Además, aseguran que podrían empezar a vender billetes para uno de estos aviones en 2022, ¿pero a cuántos? La firma aseguró que el del ePlain se trataba del primer vuelo de un avión comercial eléctrico, aunque la nave tenía solo 6 plazas y el vuelo duró un total de 10 minutos.

El CEO de magniX, Roei Ganzarski, asegura que estos modelos permiten ahorrar tanto por el coste del combustible como por «el hecho de que los motores eléctricos son más simples y por tanto requieren menor mantenimiento». La aerolínea regional estadounidense Cape Air coincide en decir que alimentar estos aviones será más barato. Según dicen, invertir en los eléctricos «tiene sentido desde el punto de vista económico».

En cuanto a proyectos llevados a cabo por aerolíneas, la ‘low-cost’ EasyJet y Airbus acordaron desarrollar una investigación conjunta para analizar el potencial de los aviones híbridos y eléctricos, si bien es probable que los 100% eléctricos lleguen mucho después que los híbridos. Airbus, en concreto, ha participado en un show aeronáutico en Dubai presentando modelos 100% eléctricos, pero eran aviones de competición, es decir, modelos muy pequeños. Los motores que portan estas aeronaves no permiten volar más de 5 o 10 minutos, como recoge El País.

EasyJet, por su lado, se alió en 2017 con la start-up estadounidense Wright Electric para desarrollar aviones eléctricos, también destinados a rutas de corto recorrido. En cualquier caso, Johan Lundgren, CEO de EasyJet, fecha en 2030 sus primeras operaciones con eléctricos o híbridos. EasyJet se muestra ambiciosa en cuanto al número de pasajeros que podrían transportar, que ascienden a 180 para esa fecha.

La realidad es que en unos años, podrían darse casos de rutas de viaje con aviones híbridos, pero limitados a un número pequeño de pasajeros y a trayectos cortos, un servicio muy lejano al que ofrecen los aviones comerciales tradicionales.

LAS BATERÍAS SE QUEDAN CORTAS

Estos modelos en pruebas comparten una mismo problema: las baterías. Para que estas permitiesen viajes largos, deberían ser demasiado grandes y pesadas como para ser eficientes.

El jefe de tecnología de la estadounidense United Technologies, Paul Eremenko, asegura que «a no ser de que haya algún cambio de paradigma radical y aún por inventar en almacenamiento de energía, vamos a depender en hidrocarburos en el futuro previsible.

Eremenko dijo esto en el París Air-Show celebrado el pasado julio, evento en el que la responsable de tecnología de Airbus, Grazia Vittadini, también comentó que «incluso asumiendo enormes avances en tecnología de baterías, con baterías que sean 30 veces más eficientes y densas en energía de lo que lo son hoy, solo sería posible hacer volar un A320 por un quinto de su recorrido y la mitad de carga«. El A320 al que se refiere Vittadini es un modelo de pasajeros que puede transportar de 100 a 240 pasajeros.

En este show de la capital francesa, la startup israelí Eviation presentó un modelo 100% eléctrico que generó gran expectación ya que, a diferencia de otros, prometía volar 1.000 km. Eso sí, con una capacidad de 9 pasajeros.

«NO EXISTEN AVIONES ELÉCTRICOS»

En el caso de España, los actores nacionales se muestran reticentes ante esta tecnología. El presidente de Iberia, Luis Gallego, contestó a las críticas de Greta Thunberg diciendo que «por encima de 1.500 km no hay alternativa al avión». Según Gallego, se está intentando implementar medidas como la electrificación de los vehículos en los aeropuertos y la mejora de las rutas aéreas, haciéndolas más directas y eficientes, para reducir la contaminación.

Sin embargo, el empresario cree que “todavía queda mucho para que podamos ver un avión eléctrico que preste el servicio que prestan los actuales”. Gallego lo tiene claro: «El avión eléctrico tardará en llegar».

Por otro lado, la ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, dijo en el marco de la COP25 que España no aprobará una tasa al combustible y queroseno de los aviones, ya que afectaría de forma muy negativa al turismo de las islas. Ángel Víctor Torres, el presidente canario, afirmó que “si los países de la Unión Europea ponen una tasa al queroseno, matan a los destinos donde sólo se puede llegar con avión. No tenemos caminos alternativos, no existen aviones eléctricos«.

Víctor Torres ha presumido de la ambición sostenible de Canarias, en cuanto a los objetivos de coches y taxis eléctricos que se han marcado, e incluso va más allá abogando por el hidrógeno como próxima revolución después de los eléctricos. Los aviones electrificados, por el contrario, no forman parte de sus planes.