Así fue el mejor año de Vueling en el peor escenario aéreo posible

La compañía aérea Vueling es la segunda por volumen de pasajeros en España, solo superada por Ryanair. Es líder indiscutible en el aeropuerto de El Prat con una cuota de mercado que supera el 38% y durante el pasado año consiguió hacer historia en uno de los peores escenarios posibles jamás vivido por la aerolínea. Así sobrevivió la low cost a un entorno demasiado adverso.

Los problemas de congestión de tráfico en Europa, la meteorología y las huelgas el pasado año generaron una tormenta perfecta en los aeropuertos españoles que se tradujo en retrasos, cancelaciones y colapsos, especialmente en El Prat. Por presencia, Vueling fue la aerolínea más dañada. Cabe recordar que los 22 días de huelga de los controladores de Marsella y los paros del personal de control de seguridad en el aeródromo afectaron a la compañía; aunque también han reconocido en algún momento que el 15% de los problemas se debieron a la propia aerolínea.

Todo ello incidió en sus cuentas. Los costes aumentaron un 12,6% respecto a 2017, debido al aumento de capacidad y al incremento del precio del fuel. En este último apartado, los costes de combustible aumentaron un 14,2%. Algo que la compañía mitigó “por una favorable posición de coberturas, que ha podido contener el aumento del 32% del precio del fuel”, según se desprende de la auditoria de las cuentas depositadas en el registro mercantil recogidas por InsightView.

El coste unitario por asientos por kilómetro ofertados (ASK, por sus siglas en inglés), excluyendo el fuel, se situó en 4,48 céntimos de euro, un 3% más, estando afectado por los problemas operativos derivados del “incremento sustancial de los niveles de regulación aeroportuaria y aéreo en el entorno europeo, con impacto notable sobre el espacio aéreo de Barcelona”.

UN EJERCICIO HISTÓRICO

A pesar de ello, “Vueling ha sido capaz de seguir creciendo y mejorando los resultados con respecto al año anterior, consiguiendo el mejor resultado de su historia. Esto demuestra la resilencia y capacidad de reacción de la compañía que, pese a un entorno adverso con una gran aumento del precio del fuel y un entorno de regulaciones adverso sin precedentes ha sabido sacar adelante la operativa de una manera eficaz y rentable”, reza en la auditoria.

El beneficio neto de Vueling alcanzó los 150 millones de euros, un 6,4% más que en 2017; mientras que sus ingresos ascendieron a 2.338 millones de euros en 2018, un 12,1% más. Este incremento de la actividad, que permitió el aumento de ingresos, ha sido significativo en asientos kilómetros ofertados. El ingreso promedio por pasajero fue de 71,4 euros por pasajero, un 1,3% más que en 2017.

A lo largo de 2018, Vueling priorizó seguir fortaleciendo todos los aspectos de la organización y reforzar sus cimientos, potenciando aquellos mercados más rentables y reduciendo capacidad en mercados con rentabilidades muy reducidas. Los asientos kilómetros ofertados aumentaron un 8,9% respecto al año anterior, especialmente en mercados como Canarias, Baleares y Península. Así, la low cost transportó 39,3 millones de pasajeros en 2018, el mayor número de pasajeros desde su fundación; alcanzando además un nivel de ocupación del 84,3%.

CAMBIOS EN 2019

Con la previsión de mejorar sus cifras a cierre de este año, Vueling puso en marcha este verano un plan con una inversión de 30 millones de euros cuya premisa principal es “ser más operativos”, aunque eso conlleve eliminar aspectos del negocio rentables por su complejidad. Motivo por el cual Vueling ha dejado de operar en aeropuertos complicados como Funchal (Madeira) o Bergen (Noruega) e incluso de realizar algunas rutas nocturnas.

Además, Vueling ha elevado a diez el número de aviones en reserva –uno más que el año pasado–, con sus respectivas tripulaciones. Así, se han sumado 146 pilotos y 246 tripulantes de cabina a su plantilla. Una medida que ayuda a agilizar el plan ‘Plan BCN a Punt’

Por otro lado, y con el fin de mejorar su imagen, la aerolínea perteneciente al grupo IAG aplica medidas para evitar las largas colas de usuarios cuando se producen retrasos o cancelaciones, como gestionar las incidencias a través del móvil ofreciendo los tickets de comida y de hoteles, entre otros servicios.