Ajustes, traslados… los trabajadores de Unicaja siguen enfrentados

A punto de cumplirse un año, los vaivenes entre los sindicatos de Unicaja Banco no paran. La entidad no llegó al ERE y firmó un acuerdo (en diciembre de 2018) con CCOO, CESICA, ASI, FINE, UEA, SECAR, CIC y SUMATE. Al que UGT no se sumó, porque implica unas “salidas voluntarias” que dejan a los trabajadores en malas condiciones fiscales. Por ejemplo, sin paro.

Las 600.000 salidas del sistema financiero español han sido con EREs, explican desde este sindicato. “Según nuestro convenio antes de hacer el ERE hay que sentarse a hacer un acuerdo, pero en nuestro caso, se quedaron en negociación” detalla Rubén Miguel de Andrés, de UGT Unicaja.

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UGT decidió no firmar “por la fiscalidad”. De Andrés destaca que en este tipo de acuerdos, el trabajador que se va de la empresa de manera voluntaria “se queda sin protección” y no tiene derecho a paro ni ninguna otra ventaja. Sin embargo, de haber sido un ERE “al menos” tienen “cobertura”.

En este acuerdo las provincias afectadas son Almería, Cáceres, Ávila, León, Palencia, Salamanca, Soria, Valladolid y Zamora. “Pero nada asegura que si la empresa vuelve a solicitar traslados no se los vuelvan a autorizar y sean otras las que salgan afectadas”.

UNICAJA REIVINDICA EL APOYO DE LA MAYORÍA

Según Unicaja, el acuerdo que cerraron en diciembre obtuvo la representación mayoritaria de sindicatos y el 77,5% aceptó. El objetivo era establecer “un plan de eficiencia” en la entidad “como ocurre en el resto del sector” y por supuesto, no realizar un ERE.

El Plan se organizó para 800 salidas, con traslados y prejubilaciones. En principio se estimaron entre 350-400 traslados y se bajó a 200. Y de estos 200 “hubo una parte que se ofreció voluntaria para ir a las oficinas de Andalucía”.

En este sentido, analizaron cuestiones familiares y compensaciones económicas para los que se trasladaban. Y las prejubilaciones se concedieron a personas de 55 años en adelante. El acuerdo establecía que la fecha de salida era de forma escalonada, hasta que los trabajadores cumplieran los 58 años. Una vez cumplidos, se marchan.

NOVIEMBRE: NUEVAS SALIDAS

De los 200, quedaban todavía 146 personas. Así Unicaja Banco comunicaba en verano a 76 personas su “traslado forzoso” a las oficinas de la entidad en Andalucía y les obligaba a incorporarse a su nuevo destino a comienzos de septiembre “o a optar por el despido” defienden desde UGT.

Y en octubre (tienen un mes para decidir) a otros 27 trabajadores. Este grupo debe integrarse antes del 18 de noviembre. El de UGT señala que de los 76 afectados de este verano, 36 aceptaron el traslado y 40 optaron por el despido.

Desde Unicaja entienden que como los de UGT no se adhirieron al acuerdo “obviamente están en posición de queja” y en una negociación “siempre hay pulso” porque una parte “siempre quiere un poco más”.

PROBLEMAS Y JUEGOS

Miguel de Andrés destaca el conflicto familiar que se ha creado al aplicar traslados de la antigua Caja Duero a Andalucía. Sobre todo en aquellas personas que por ejemplo tienen una pareja que trabajan en la Administración Pública o tienen un negocio. “Aquí empiezan los problemas”. Ya que si el trabajador no se quiere trasladar, sale perjudicado. “Y como no sabes a quien van a trasladar, estamos con la incertidumbre”.

La empresa tiene un mes para comunicar si trasladan o no al trabajador. “Y si no quieres, a la calle con una indemnización de 20 días por año trabajado” y el resto tiene que tributar como si fuera nómina. “Te hacen pagar por la indemnización y el sueldo”.

Por ello insiste en que es “el único caso de toda la banca” que lo ha hecho así. El resto se han hecho mediante ERE.  Y encima ahora, hay un nuevo juego. Unicaja puede mover a los trabajadores durante 3 años de 50 en 50 kilómetros, de oficina en oficina. “Te pueden mover de Málaga a Cádiz y así tres años”.

LA OTRA PARTE: CCOO

En 2013 el banco de Caja España-Duero (Ceiss) se integraba en la malagueña Unicaja. Según fuentes de CCOO en Unicaja les pidieron entonces “reestructuración” con 1200 personas. Al final no salieron y consiguieron 800 prejubilaciones con el pago “de una parte importante” del salario hasta la jubilación.

Por otra parte, estaban los 500 traslados que bajaron a 200 y es el proceso en el que se encuentran ahora. Lo que se pactó aquí era una “indemnización importante” para los que no querían trasladarse. “Hay que entenderlo, irte a 500 u 800 kilómetros de casa es un problema”.

Pero según CCOO, como UGT no firmó el acuerdo “habla de despidos” y no es así. “Solo se les ha dicho que se vayan a trabajar lejos de su casa porque aquí no hay hueco, donde hay déficit de plantilla es en Andalucía” añade.

En concreto, en León que venía de una situación particular, con una plantilla de más de 1.000 personas. “Los volúmenes no son tan elevados como para justificar eso”. Y es allí donde se ha concentrado la mayor parte de los traslados. “Pero muy por debajo de los números iniciales que nos dieron” destaca. “Se va a quedar en casi 2/3 partes”.

FIN DE LOS TRASLADOS

En CCOO explican que los traslados que estaban pendientes “se han agotado ya” con los últimos llamamientos. Respecto a la fecha de incorporación que le han dado (18N) piensan que hay gente “que ha planteado problemas” pero ha habido flexibilidad.

Lo de UGT hablan de despidos “pero no hay ni uno”. Es “desvinculación voluntaria”. La empresa tiene que dar una compensación “y nosotras la hemos triplicado”. Respecto a las prejubilaciones aclara “se irán haciendo a lo largo del tiempo, está calendarizado” y de aquí a final de año seguirán saliendo ya que se hacen a lo largo de 3 años y se han hecho unas 200.