Amazon hará temblar el mundo: obligada a pulverizar las reglas del juego

En cierta ocasión, el militar y conquistador francés Napoleón Bonaparte expresó su temor al gigante chino durmiente: «Cuando China despierte, el mundo temblará». Aunque ahora, parece que el miedo es a que se vuelva a dormir. Más allá de ello, las alteradas previsiones del galo remiten a que cuando un monstruo semejante es capaz de coordinarse y ponerse en marcha con un solo fin, poco se puede hacer al respecto. Amazon, al igual que el país asiático, es otro coloso durmiente cuyas increíbles facultades apenas han empezado a despertar realmente. La maquinaria que Jeff Bezos creó y todavía sigue perfilando se encaminó a destruir a la competencia, en un trabajo impecable, pero ahora cada vez más se le exigen ser el ingenio más rentable de la historia.

Quizá, a alguien le pueda sorprender la definición de Amazon como un gigante dormido. Al fin y al cabo, hablamos de una compañía que generará 265.000 millones de dólares en ingresos este 2019, un beneficio neto superior a los 11.300 millones y con una capitalización de mercado de 870.000 millones. Pero la descripción, también es lo más increíble, se debe a que ha conseguido todo ello mientras perdía dinero en todo el mundo, salvo en Estados Unidos, de manera recurrente y deliberada. Hasta ahora, la firma fundada por Bezos simplemente se ha limitado a operar en cientos de países a pérdidas, con un margen negativo de media del 3,35% en los últimos 17 trimestres, con el objetivo de ser la única que queda encima del tablero.

El problema de lo anterior es que parece que la estrategia está llegando a un punto conflictivo para la compañía. Los inversores ‘se han cansado’ del carácter pasivo del gigante a medida que las grandes cifras operativas empiezan a resentirse en cierta manera. En primer lugar, los ingresos ya no están creciendo al 30% que lo hacían en años anteriores, en concreto en 2017 y 2018 fue del 31%. En los primeros meses de este año, se han incrementado los cobros en un 20%, según los últimos datos presentados. Además, se espera que en el último trimestre del año se reduzca hasta el 16%.

Por otro lado, el negocio principal de mercancías en América del Norte aumentó en ventas en un 24% hasta los 42.600 millones de dólares, pero con un gran asterisco. La razón es que dicho incremento tuvo costes más altos que en otros trimestres, por lo que las ganancias operativas cayeron de 2.000 millones a 1.300 millones. De hecho, el margen operativo en Estados Unidos, que debe financiar la expansión de la firma por todo el mundo, cayó en el último trimestre a su nivel más bajo desde hace dos años. Eso es un problema, dado que la contribución del resto de países es negativa, como se ha explicado anteriormente, hasta el punto de que los 18.300 millones en enajenaciones generaron 386 millones en pérdidas.

FUERTE COMPETENCIA POR EL NEGOCIO EN LA NUBE

Que Amazon es un superbazar a escala inmensa, eso ya lo sabíamos, pero no que ese no es su negocio primordial o al menos su versión más rentable y con más potencial. Dicho honor corresponde a lo que los inversores llaman «parking de servidores» o simplemente su negocio en la nube, AWS. En las últimas cuentas presentadas informó de ingresos por 28.000 millones con un margen del 31,5%, frente al 20% general que las estimaciones prevén para este 2019. Aunque en este punto también se ha topado con problemas, y estos son bastantes más difíciles de resolver que tomar una posición proactiva a la hora de manejar los márgenes de venta.

El principal problema se llama competencia. En principio, se trata de un mercado con un potencial enorme y en el que probablemente quepan todos los actores que hoy en día están entrando, aunque claro a más firmas (y más grandes) menos pastel para Amazon, por lo que su crecimiento se ralentiza y lleva a revisiones en su valoración. Así, Microsoft, a través de Azure, es el primer gran contender para la compañía de Bezos y que, además, ya le está robando cuota de mercado. También Google, a través de Cloud, es un competidor amenazante. Pero no se pueden dejar de lado otros nombres importantes que han llegado como Oracle o IBM.

«El crecimiento de AWS del 35% estuvo un poco por debajo de nuestro 36%, pero mejor que el mayor descenso que muchos temían dirigirse al trimestre. AWS continúa teniendo una competencia dura desde 2018 y el mercado de la nube es cada vez más competitivo frente a Azure y Cloud«, alertan desde JPMorgan. Aun así, el tamaño de Amazon en este segmento sigue siendo un factor determinante, ya que es el doble de grande que en los casos de Microsoft y cuatro veces más grande que en Google.

AMAZON, LA PEOR DE LAS GAFA

Lo anterior, tiene una repercusión obvia bastante visual: Amazon es la peor compañía, en cuanto a revalorización bursátil, entre las denominadas GAFA en lo que va de año. Así, la firma dirigida por Jeff Bezos suma una revalorización del 18,3% en 2019, muy lejos de lo que ha crecido otros años. Por ejemplo, desde el 2014 el incremento medio por año ha sido del 55,3% y en la última década solo en dos años ha registrado un dato peor al acumulado actual. Uno fue en el propio 2014 y otros en 2016, cuando el mercado se hundió por las primeras convulsiones chinas.

La débil revalorización en lo que va de año, comparada con sus pares u otras pasadas, le ha situado en el vagón de cola del grupo de favoritas de los inversores denominadas GAFA. Así, Google, pese a que también pasa por problemas, se revaloriza un 21%. Mientras que el resto lo hace con más fuerza: Microsoft sube un 41%, Facebook un 43% y Apple 54%. Una situación que no ha sido para nada habitual en los últimos años. Más si cabe, cuando tomamos como referencia los últimos cinco años en las que Amazon ha batido con mucha fuerza al resto. De hecho, la compañía fundada por Bezos se ha disparado desde el 2014 un 580% frente al 221% de Google, el 224% de Apple, el 249% de Facebook o el 306% de Microsoft.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2