Philips ha experimentado una reducción del 29,5% de su beneficio neto atribuido en su tercer trimestre de 2019, habiendo llegado a situarse en los 205 millones de euros. La compañía holandesa ha excusado estos resultados en los aranceles y en un cargo de 78 millones por amortizaciones en su rama de Atención Conectada: ‘Connected Care’.
Bajo este contexto, el margen de Ebita ajustado sobre ventas de la división de Atención Conectada de la multinacional holandesa se redujo en el trimestre al 11,3% desde el 15,8% del mismo intervalo de 2018 «principalmente debido a aranceles, una cobertura insuficiente de fábrica y el impacto adverso del mix de productos».
No obstante, las ventas de Philips entre los meses de julio y septiembre han mostrado un crecimiento de un 9,2% interanual, hasta 4.702 millones de euros, incluyendo un incremento del 5% en Europa Occidental, hasta 973 millones, y del 9% en Norteamérica, hasta 1.659 millones.
De este modo, en los nueve primeros meses de 2019, Philips obtuvo un beneficio neto atribuido de 612 millones de euros, lo que representa un avance del 46,7% en relación al resultado contabilizado por la multinacional en el mismo periodo del año precedente, mientras que sus ventas crecieron un 7,9%, hasta 13.524 millones de euros.
LAS VENTAS SUBEN Y LOS PEDIDOS PERMANECEN ESTABLES
«El tercer trimestre registramos unos resultados mixtos«, declaró Frans van Houten, consejero delegado de Philips, quien destacó el incremento del 6% de las ventas del grupo en términos comparables, mientras que los pedidos recibidos se mantuvieron estables, tras el aumento del 11% registrado en el tercer trimestre de 2018.
Para el ejercicio 2020, la compañía holandesa confía en lograr un crecimiento de entre el 4% y el 6% de sus ventas comparables, así como una mejora de su margen de Ebita ajustado de unos 100 puntos básicos.