En muchas ocasiones, lo que le hace falta a un negocio es un toque de originalidad, es decir, contar con un elemento que lo diferencie de la competencia y lo haga singular. En este sentido, la adquisición de máquinas churreras y algodoneras puede ser una buena opción de cara a ganar nuevos clientes. La compra de alguna de estas máquinas puede suponer, por lo tanto, una renovación positiva de nuestro negocio.
Así, aunque de primeras podríamos pensar que los churros y el algodón están pasados de moda, sucede justamente lo contrario. De hecho, hoy por hoy, los churros y el algodón de azúcar son dos clásicos que gustan a la mayoría de la gente.
Cómo funciona una máquina de algodón de azúcar
El funcionamiento de una máquina de algodón de azúcar se caracteriza por su sencillez. De esta forma, en primer lugar deberemos colocar el azúcar y el colorante en el centro de la máquina, en concreto en un pequeño recipiente reservado para ello. Dicho recipiente cuenta con un pequeño dispositivo preparado para hacer girar los ingredientes a una gran velocidad, al tiempo que los calienta para que se vayan derritiendo. El azúcar se solidifica, dando lugar a lo que popularmente se conoce como algodón de azúcar, cuando entra posteriormente en contacto con el aire.
La primera máquina algodonera fue patentada en 1897 por dos estadunidenses. De este modo, aunque a lo largo de los años la maquinaria haya experimentado mejores significativas, las máquinas de hoy siguen siendo muy semejantes a los primeros modelos que fueron patentados. Actualmente, existen algunas empresas de gran reputación en este mercado como, por ejemplo, la empresa especializada en maquinaria de hostelería InBlan.
El algodón de azúcar sigue engatusando tanto a grandes como a pequeños, por lo que puede resultar positivo para tu negocio hacerse con una algodonera. En este sentido, si finalmente se opta por adquirir una máquina de algodón de azúcar eléctrica o de butano, también habrá que pensar en las formas en las que luego se presentará el algodón a los clientes.
Algunas propuestas están vinculadas a la elección de colores que vayan más allá del tradicional rosa, para así llamar de una forma más intensa la atención de nuestros clientes. Igualmente, también se puede optar por hacer diferentes formas, que emulen objetos de la vida cotidiana y que, por lo tanto, resulten llamativos. La presentación en sí misma es también muy importante. De esta manera, el algodón de azúcar puede ser presentado en un palo o colocado en recipientes elegantes y escogidos en función del estilo decorativo de cada negocio.
Una vez adquirida la máquina algodonera, siempre es posible comprobar si verdaderamente ha influido en el devenir de nuestro negocio. Para esto, existen actualmente algunas aplicaciones web interesantes como Storyous. Descargándotela podrás analizar los resultados de tu negocio al detalle, identificando cuáles son tus fortalezas y cuáles tus debilidades.
Cómo funciona una máquina de churros manual
La máquina de hacer churros manual también funciona de un modo muy simple, ya que bastará con agregar la masa en un compartimento específico para, posteriormente, accionar el émbolo y esperar a que salgan los churros. Así, una vez hechos, solo será necesario freírlos a una temperatura adecuada. De esta forma, se podrán hacer churros verdaderamente sabrosos de una manera fácil, a partir de la adquisición de una churrera profesional.
A la hora de escoger una máquina de churros deberás tener en cuenta, no obstante, una serie de criterios. Así, en primer lugar, será importante atender al material con el que está hecha la máquina, tanto si queremos hacerlos rellenos como sin rellenar. Otro aspecto igualmente relevante que no deberemos olvidar es la capacidad de la churrera, puesto que no podemos arriesgarnos a comprar una máquina demasiado pequeña, pero tampoco una demasiado grande. De cualquier forma, éste no será un gran impedimento ya que en el mercado se pueden encontrar una gran variedad de modelos, adaptables a las características y necesidades de cada negocio.
Asimismo, para evitar lesiones, deberemos atender a la ergonomía de cada máquina manual para hacer churros. Por esto, es recomendable comprar siempre churreras cuyo mango sea ajustable a la persona que lo está utilizando. Además, es fundamental buscar máquinas cuyo mango esté realizado en materiales no deslizantes.
Una vez conseguida la máquina, podremos ponernos manos a la obra y realizar churros de diferentes tamaños, diseños y rellenos. Lo interesante será ir descubriendo cuáles son los favoritos de nuestros clientes y cuáles se venden más en función del momento del día o de la semana. La forma de presentación será, nuevamente, otro aspecto fundamental para conquistar un mayor número de clientes.
Las churreras y las máquinas algodoneras son solo dos ejemplos de cómo se puede renovar un negocio a partir de productos tradicionales. Sin embargo son solo eso, un par de propuestas que acompañan la gran variedad de ideas de negocio existentes en la actualidad, que pueden resultar exitosas y rentables a corto y a largo plazo.