sábado, 14 diciembre 2024

Así funcionan las casas de empeño

Las casas de empeño son un tipo de empresa que se popularizó ávidamente tras la última crisis económica. Para todas aquellas personas que necesitaban efectivo en el momento, eran el sitio al que recurrir para poder obtenerlo de forma legal.

Se trata de entidades privadas que cuentan con un modelo de negocio firme y bien definido. El propósito es prestar dinero de forma inmediata a los clientes que acudan a solicitarlo dentro de un modelo que se conoce en el mundo de la economía como préstamo prendario. Es decir, la garantía de este préstamo es un bien con valor. Puede ser una joya, un reloj, una antigüedad, un coche, etc. Aunque también hay casos en los que ese bien es algo mayor e importante como una vivienda.

En la actualidad, no cabe duda de que los teléfonos son cada vez mejores y, por tanto, de mayor valor. Por tanto, no es extraño encontrarlos como moneda de préstamo. Tanto a ellos como a otros aparatos tecnológicos como tablets y ordenadores. Pero, ¿cómo funciona exactamente una casa de empeños? En este artículo, aclaramos todas las dudas al respecto.

Cómo funcionan las casas de empeño

Este tipo de empresas han proliferado en los últimos años debido a la necesidad de las personas de obtener dinero rápido y en el momento.

Muchas casas de empeño han optado por especializarse en un tipo concreto de bien. Existen las que solo aceptan oro o las que solo aceptan antigüedades, entre otras. Pero predominan las de tipo generalista.

Quién puede acceder

La forma que tienen de funcionar estas casas de empeño suele ser bastante sencillo. De hecho, toda persona que sea mayor de edad y lo pueda acreditar, mediando el carnet de identidad, por ejemplo, puede acudir a las mismas y presentar aquello que desea empeñar.

Cómo se valora dicho bien

Una vez que la persona dice lo que desea empeñar, un responsable será el encargado de valorar su estado para dictaminar cuál es su valor. En función de este, puede variar la cuantía del préstamo que se le ofrecerá.

Existen dos factores considerados como los más influyentes en la valoración del bien a empeñar:

  1. Su estado general. Aquí se comprueba su estado físico, si faltan piezas o si funciona de forma correcta. Esto es primordial por si en un futuro se debe realizar su venta.
  2. La demanda del bien. Son más valorados los productos que saben que venderán rápido que los que no son fáciles de colocar en el mercado.

Condiciones del préstamo

Una vez que el responsable haya hecho la valoración pertinente del bien, procederá a calcular la cuantía del préstamo que ofrece por el mismo.

De todos modos, las casas de empeño tienen la obligación de informar al cliente de cualquier condición que conlleve el préstamo. Es decir, su tipo de interés, la comisión de resguardo, la forma y fechas en las que se pagará, etc. También de las condiciones que se deben dar para poder recuperar el bien en caso de que así se desee o qué debe ocurrir para perderlo para siempre.

Firma del contrato

En el caso de que ambas partes acepten el trato y se pongan de acuerdo, se debe firmar un contrato para que todo lo hablado, así como las condiciones, queden reflejadas por escrito.

Si no ocurre nada, esto se hace en bastante poco tiempo. Por ello, esas personas que necesitan dinero de forma urgente acuden a las casas de empeño con el fin de obtenerlo sin demasiado papeleo. Podría tenerlo en su poder en el plazo de una hora.

Las casas de empeño, como ves, tienen un funcionamiento rápido y muy simple. En caso de llegar a un acuerdo, podrás contar con el dinero en prácticamente minutos. Eso sí, siempre leyendo todas las condiciones del contrato que vayas a firmar.


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