El exceso de velocidad es ya una de las principales causas de siniestralidad en nuestro país. Debido a ello, cada año la Dirección General de Tráfico intenta sacar novedosas campañas con las que concienciar a los conductores para que no corran demasiado. Para ello, además, se vale de multas y radares con los que conseguir que se levante el pie del acelerador.
Estos radares se han convertido ya en una de las principales medidas empleadas por la DGT con el fin de medir la velocidad y velar por la seguridad de los ciudadanos. Teniendo en cuenta estos aparatos, el exceso de velocidad depende de variables como la velocidad máxima de la vía, la precisión del radar y el tipo que sea.
Si eres conductor seguro que te interesa cómo poder evitar dichas multas y conocer los tipos de radares con los que actualmente cuentan las Autoridades. Descubre cómo conducir seguro.
A qué velocidad multan los radares
Una medida adoptada desde el año 2015 es compensar el margen de error de los radares. En el caso de que el vehículo circule a menos de 100 km/h hay que restar 5 km/h a la medición si fue fotografiado por un radar fijo. Si se trata de un radar móvil, hay que restar 7 km/h.
Si el vehículo circula a más de 100 km/h se debe descontar un porcentaje del 5 o 7% sobre la velocidad, compensando el margen de error de los radares fijos y móviles.
Con respecto al Helicóptero Pegasus, según la DGT, el margen de error es inferior al 1%. No obstante, para las multas interpuestas por dicho dispositivo se aplica un margen del 10%.
Los más complicados de descubrir
Los radares más difíciles de descubrir son los coches camuflados. Se diferencian de los coches patrulla es que estos tienen una apariencia similar a la del resto de vehículos convencionales.
Sin embargo, los coches camuflados están equipados con precisos equipos especiales de medición de velocidad con el fin de capturar a aquellos conductores que superen el límite de velocidad permitido.
Su funcionamiento tiene dos variantes. La primera es circulando al límite de velocidad permitido en la vía para poder sancionar a aquellos vehículos que los adelantan. La segunda es situarse en el arcén. Lo más sencillo para descubrirlos es mirando al interior si los adelantas. En el salpicadero, cuentan con un sistema de medición de velocidad fácil de detectar para evitar multas.
Radares fijos
Los radares fijos son fáciles de descubrir ya que deben encontrarse siempre bien señalizados.
Los encontrarás ubicados en cabinas, carteles de información, arquetas o postes. Además, suelen situarse sobre un punto fijo en la carretera. Los fijos hasta 100 km/h tienen un margen de error de 5 km/h. En caso de superar los 100 km/h, se calibran con un 5% de margen.
En el caso de que circules a 80 km/h, este radar no debe saltar a no ser que circulemos a 86 km/h debido a ese margen de error. Cuando pasemos de los 100, saltará a los 126, aplicando el 5% de la velocidad excedida.
Móviles
Los radares móviles también son especialistas en interponer multas. Están situados en coches camuflados, difíciles de descubrir, o en vehículos oficiales de la Guardia Civil o Policía.
Este tipo de dispositivos están preparados para funcionar tanto si el coche se encuentra en movimiento como si está parado. Para velocidades que no sobrepasen los 100 km/h cuentan con un margen de error de 7km/h. En el caso de que se superen esos 100 km/h, se aplica el 7% de margen.
Si circulas a 90 km/h, saltará a los 98 km/h. Cuando sobrepases los 100, saltará a los 128,4 km/h, aplicando ese 7% de margen.
Cómo reconocer los de tramo
El funcionamiento de los radares de tramo es ligeramente diferente, aunque su propósito de poner multas sigue siendo el mismo.
Este tipo de dispositivos calculan la velocidad media de un tramo determinado de carretera ayudándose de imágenes al principio y final de este. Son elementos más fiables que los fijos. Durante el recorrido, es obligatorio circular a una velocidad similar o inferior a la establecida.
Hasta 100 km/h, cuentan con un margen de error de 10 km/h. Para velocidades superiores, se aplica el 10% de margen. Además, debes tener en cuenta que los radares de tramo también controlan a aquellos vehículos que circulan a menos del 50% de la velocidad permitida. Estos también pueden ser sancionados.
Helicóptero Pegasus
El Pegasus es el dispositivo más selectivo. Permite observar, además, el comportamiento de los conductores que se encuentran al volante, identificando conductas de riesgo. Por lo que las multas pueden multiplicarse.
Está equipado con dos cámaras de vigilancia. Gracias a su panorámica, facilita el seguimiento y captación de la velocidad. Cuenta, además, con un teleobjetivo que permite leer la matrícula del vehículo. Capta imágenes a 300 metros de altura y a un kilómetro de distancia.
El helicóptero cuenta con 10 km/h de margen de error para velocidades que no sobrepasen los 100 km/h. Para el resto, se aplica la suma del 10% de dicho margen.
Radar velolaser
El velolaser es uno de los radares más recientes incorporados por la DGT. Destaca por su empleo de la tecnología láser, su pequeño tamaño y porque es inalámbrico.
Es bastante difícil de detectar para los conductores, aunque resulta muy manejable y fácil de transportar. Suele estar instalado en los guardarraíles, un vehículo, pórticos, cabinas laterales o trípodes. Hay que tener cuidado porque suele ser gran creador de multas.
Sus capacidades son de las más altas para este tipo de dispositivos. Capta a aquellos vehículos que circulan hasta 250 kilómetros por hora de día y de noche. También está capacitado para detectar la velocidad que llevan los vehículos de dos carriles de circulación, tanto en uno como en ambos sentidos.
En cascada
Otra de las recientes estrategias empleadas por la Dirección General de Tráfico con el fin de terminar de una vez por todas con el exceso de velocidad es el radar en cascada.
Está diseñado para detectar a aquellos que acaban de pasar por delante de un radar fijo. Su funcionamiento es sencillo, consiste en colocar un radar móvil metros después del fijo. Cuando ha pasado el conductor el fijo, más sencillo de detectar, si acelera está preparado el móvil para captar cualquier exceso.
En este caso, es bastante complicado de detectar. La recomendación es que, una vez visto el fijo, no se exceda de nuevo el límite de velocidad para no llevarnos una sorpresa acompañada de las respectivas multas.
