Ya no vale con vender impresoras. La digitalización ha obligado a empresas como Lexmark a reinventarse y explorar nuevas líneas de negocio. Pretenden afianzarse en el mercado como proveedor de soluciones tecnológicas seguras para pymes y grandes empresas, pero apuestan por la formación de sus partners y el desarrollo de software como factor diferenciador frente los competidores. De seguir así, los números no salen en el sector de la impresión.
Con la imagen y la impresión no se hace negocio. Desde la propia expresa afirman que son conscientes de la realidad, los dispositivos cuya única función es imprimir hojas de papel tienen los días contados. ¿La razón? Cada vez se imprime menos. Las empresas de venta de equipos de impresión lo tienen crudo, y en este incierto porvenir, diferenciarse de la competencia siendo más sostenibles, más seguros y más eficientes es la única salida.
En estas arenas movedizas camina Lexmark. Trabajan con compañías tan conocidas en el mundo del retail y la distribución como Mercadona, Carrefour, El Corte Inglés; pero también de banca como Santander, Abanca o Caixabank. Precisamente en afianzar su alianza con estos y otros partners trabajan. Para lograr este objetivo más allá de las soluciones de impresión desvelan su nueva línea de negocio, Lexmark Industry Advantage. Este programa intenta transmitir los conocimientos necesarios sobre los sectores verticales para hacer crecer su negocio por extraño que parezca viniendo de una empresa de venta de impresoras.
La industria 4.0 es la otra gran apuesta de avance en Lexmark. «Implica la automatización de procesos industriales y su trazabilidad en todo momento con el fin de poder producir al menor coste y en el menor tiempo», así define este nuevo desafío Pablo Martínez, EMEA Manufacturing & Retail Senior consultant de la compañía.
EL SECTOR DE LA IMPRESIÓN NECESITA REPONER CARTUCHOS
La búsqueda de una alternativa al negocio convencional es más una necesidad que una opción, sobre todo si se echa un vistazo a los últimos datos financieros de la empresa en España. A falta de los resultados del ejercicio de 2018, las cuentas procedentes del Registro Mercantil y recogidas por Inisght View correspondientes al 2017 no son muy esperanzadoras.
Las ventas en 2017, último año del que se tienen cifras, alcanzan los 3,2 millones de euros, pero caen casi un 10% en comparación con el año anterior. Siguen la tendencia de los últimos ejercicios, caen desde 2011. Los beneficios de Lexmark pintan peor, y es que volvieron a los números rojos tras dos años (desde 2014) de recuperación.
Los desafíos a los que se enfrenta el sector de la impresión son indefinidos. Por eso, Lexmark pone el foco en la formación de sus partners, aportando soluciones que hagan crecer la rentabilidad de su negocio, además de proveer soluciones clásicas de dispositivos de impresión.