Septiembre da un respiro al castigado sector español del automóvil

El sector español del automóvil por fin recibe una pequeña alegría. Septiembre cerró con 81.751 turismos y todoterrenos matriculados, lo que ha supuesto una subida del 18,3% con respecto al mismo mes de 2018.

La subida de septiembre compensa en cierto modo la disminución de las ventas que empezó a apreciarse en septiembre del año pasado, cuando las entregas cayeron un 17% por el efecto de adelantamiento de las compras de la entrada en vigor del WLTP. No obstante, la alegría tampoco es para tirar cohetes. En los primeros nueve meses del año, las entregas de vehículos turismos y todoterrenos han caído un 7,4%, hasta las 965.339 unidades, según datos de las asociaciones de fabricantes (Anfac), concesionarios (Faconauto) y vendedores (Ganvam).

Las ventas en el canal de particulares siguen registrando debilidad, aunque mejoran, con una subida del 3,3% y 40.893 unidades. En septiembre de 2018, cayeron un 17,7%. En el acumulado del año, las entregas a particulares son las que más están sufriendo, con un descenso del 13%, hasta las 435.917 unidades. El canal de alquiladores es el que registra este mes un ascenso mayor, un 121%.

Noemi Navas, directora de comunicación de Anfac, ha destacado que “septiembre cierra en positivo por el efecto WLTP, pero no consigue compensar la caída registrada en el mismo mes del año pasado”. “La ligera recuperación de volúmenes corresponde a las empresas y alquiladoras, que consiguen equiparar un nivel similar de entregas a las del año pasado y amortiguan los descensos que llevamos registrando los últimos doce meses”, ha apuntado.

Por su parte, Raúl Morales, director de Comunicación de Faconauto, ha señalado que “estos vaivenes de las ventas de coches en los dos últimos meses no pueden impedirnos ver la realidad del mercado, que bajo nuestro punto de vista se va a mover finalmente en cifras parecidas a las del año pasado, salvo en el canal de particulares, que caerá un 10% tras haber sufrido a lo largo de todo el ejercicio la incertidumbre política, normativa y del consumidor”. “Debemos en cualquier caso – ha insistido- ser optimistas de cara al último trimestre del año porque esperamos que se movilicen los compradores animados por las ofertas y por los kilómetros 0 que acumulan los concesionarios».

Por último, la directora de Comunicación de Ganvam, Tania Puche, ha puesto en foco en el canal particular del automóvil. “Si nos fijamos en él canal, estamos viendo un mercado claramente debilitado que, aunque ha conseguido invertir la tendencia en los últimos días de mes, a día 20 caída más de un 8% y acumula más de un 12% de bajada en lo que va de año”. “Esto significa que hace falta un plan firme de estímulo que dinamice la demanda e impulse el cambio de coche o de lo contrario, a cierre de 2019 las matriculaciones caerán por encima del 5%”, ha afirmado.

EL AUTOMÓVIL ELÉCTRICO, EN LÍNEA ASCENDENTE

En cuanto al automóvil eléctrico, las ventas de turismos con este sistema de propulsión han subido un 111% en lo que llevamos de año, hasta alcanzar las 7.470 unidades, según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) y la Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios (Ganvam). Solo en septiembre han registrado un crecimiento del 63%, con un total de 795 unidades matriculadas.

Un dato muy importante a tener en cuenta. La legislación comunitaria establece que el 95% de todos los vehículos que matricule cada fabricante en Europa en 2020 deberá emitir de media 95 gramos de CO2 por kilómetro en vez de los 130 gramos de CO2 actuales. Por tanto, un fabricante que en 2020 matricule 100.000 vehículos y supere tan solo 1 gramo de CO2 esa media, tendrá que hacer frente a una multa de 9.025.000 de euros, multiplicando esa suma por cada gramo adicional. Esto significa que todos tendrán que impulsar la matriculación de eléctricos para poder compensar las emisiones, dado que estos vehículos suman 0g/CO2. Por ejemplo, PSA ya ha dado los primeros pasos.

Ambas asociaciones abogan por medidas de corte fiscal que ayuden a las empresas a seguir electrificando la flota, tales como que la deducción en el rendimiento en especie para vehículos corporativos eléctricos puros sea de al menos el 50% o que aquellos modelos cuyo precio antes de IVA supere el techo establecido para las ayudas puedan computar con el máximo coste establecido.