En medio de la vorágine mundial, con tantos frentes abiertos prácticamente en todos los ámbitos, recordemos la guerra comercial, el Brexit, la cumbre del cambio climático, la ronda de bancos centrales y sus decisiones de tipos de interés, las inyecciones implícitas de liquidez de la Fed a través de los conocidos como repos, los ataques a refinerías saudíes que disparan el precio del petróleo y la recesión económica en Europa liderada por Alemania, se suma otra más. El impeachment al presidente de los Estados Unidos.
De la mano del partido demócrata y a través de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (su presidenta) ha anunciado que iniciará el proceso forzoso de destitución de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, lo que aquí podemos llamar casi una moción de censura.
El motivo viene encabezado por las sospechas de que Trump puede llevar tiempo forzando al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, a que investigue al hijo de su principal rival político de cara a las próximas elecciones Joe Biden (Demócrata). Aparentemente Trump llegó a llamar hasta en ocho ocasiones al presidente ucraniano, para que investigaran al hijo de Biden (Hunter Biden) junto a su abogado personal. En relación a los negocios de este con una empresa de gas.
El presidente de Estados Unidos no da puntada sin hilo y habría amenazado a Zelenski con la retirada de fondos si no atendía a sus “sugerencias”, por importe de unos 400 millones de dólares. Parece conocido por informantes protegidos que la cuantía corresponde a partidas desde el Pentágono para armamento y la seguridad marítima de las fronteras, importes aprobados por el Congreso y finalmente transferidos apenas unas semanas.
Todo parece bastante opaco, y Trump desde la cumbre de la ONU no dudó en desmentir todas estas acusaciones y ha dado autorización a que se hiciera pública la transcripción completa de las llamadas y su desclasificación para que desmentir los argumentos de Pelosi. El presidente de Estados Unidos considera que se está llevando a cabo un descrédito y acoso presidencial, una caza de brujas para debilitar la imagen del presidente de cara a las próximas elecciones.
Recordemos que el partido demócrata tiene la mayoría en la Cámara de Representantes para llevar a cabo el impeachment pero, en cualquier caso, habrá que esperar a si las acusaciones son ciertas para que los miembros de la Cámara en un acto de responsabilidad política votan acorde a la veracidad de las acusaciones.