Abanca abonó el viernes un dividendo de 190 millones de euros brutos con cargo a la fusión por absorción de su matriz Abanca Holding. De esta forma, cumple con la promesa realizada el pasado mes de julio.
La junta general de accionistas de Abanca Corporación Bancaria aprobó el pasado 10 de junio el proyecto común de fusión para absorber a su matriz Abanca Holding, que cuenta con el 86,79% del capital social de Abanca.
La relación de canje acordada fue de 5,7731 acciones de Abanca de un euro de valor nominal cada una por cada acción de Abanca Holding, entregando a los accionistas de la matriz los títulos de la empresa que son propiedad de Abanca Holding, no siendo necesario un aumento de capital de Abanca.
Con carácter instrumental a la operación, la junta aprobó el pago de un dividendo con cargo a reservas de libre disposición para hacer que el patrimonio de Abanca Holding se correspondiese con su participación en la empresa.
El ‘Dividendo Fusión’ se paga a quienes eran accionistas el pasado 24 de septiembre, con una retención fiscal del 19%. Cecabank es el agente de pagos del dividendo y lleva el registro contable de los valores anotados en cuenta.
Sin embargo, de los 190 millones de euros brutos, casi la totalidad queda dentro del perímetro del banco, por lo que solo se reparten los nueve millones que corresponden a los accionistas minoritarios, tal y como consta en el proyecto de fusión consultado por Europa Press.
De esta manera, la distribución del ‘Dividendo Fusión’ no tendrá un impacto significativo en la solvencia del grupo Abanca, solo un impacto «ligeramente negativo» en CET 1 debido al dividendo distribuido a los accionistas minoritarios, que asciende a aproximadamente nueve millones de euros.
La fecha a partir de la cual las operaciones de Abanca Holding se considerarán realizadas a efectos contables por cuenta de Abanca es el 1 de enero de 2019 y la inscripción de la fusión se producirá antes de la formulación de las cuentas anuales de la compañía para el presente ejercicio.
SIMPLIFICAR LA ESTRUCTURA
El consejo de administración de la entidad estimó que la fusión tendría un impacto positivo de alrededor de 90 puntos básicos en el ratio de solvencia, de 60 puntos básicos en el ratio Tier 1 y de 30 puntos básicos en el ratio CET1, al máximo nivel de consolidación del grupo.
La operación simplificará la estructura societaria y de gobierno del grupo, lo que redundará en una gestión más eficiente frente a los inversores y el mercado, en línea con la normativa y recomendaciones sobre gobierno interno que le resultan aplicables.
La entidad que preside Juan Carlos Escotet obtuvo beneficio neto de 250,1 millones de euros en el primer semestre, lo que representa un incremento del 1,26% respecto al mismo periodo del año anterior.