La ‘startup’ Mr Jeff ha abierto su primera franquicia en la ciudad filipina de Muntinpla, para continuar su expansión internacional. La compañía, que comenzó a ofrecer sus servicios en el negocio de la lavandería y tintorería en esta ciudad el pasado mes de junio, ha puesto en marcha su primer punto físico después de más de 60 registros para franquicias en el país asiático.
La empresa española contará con franquiciados locales que recibirán apoyo de marketing y de los equipos profesionales de Mr Jeff. Para el consejero delegado y confundador, Eloi Gómez, la plataforma «es de gran utilidad para jóvenes y empresarios con agendas muy apretadas».
La firma prevé un aumento de aperturas de las 75 tiendas iniciales a 100 en Vietnam, Tailandia, Indonesia, Singapur y Hong Kong
De aquí a finales de año la firma, prevé un aumento de la estimación de aperturas en un 25%, de las 75 iniciales a 100, con nuevas tiendas en Vietnam, Tailandia, Indonesia, Singapur y Hong Kong. «Filipinas es un mercado clave para nosotros y esperamos seguir aumentando el número de franquicias por todo el mundo», ha añadido Gómez.
MR JEFF, LA APP QUE SIMPLIFICA LA VIDA MILLENNIAL
La startup encuentra un encaje perfecto en la vida millennial, con muchas cosas que hacer, horarios imposibles, y poco tiempo. La vida a través de una app que simplifica los procesos que menos nos gustan, por una cantidad determinada de dinero. El confort y la comodidad en detrimento de lo material, con un modelo de negocio que se basa en un servicio rápido, on demand. El usuario solicita dónde y cuándo quiere que le recojan la ropa sucia. En un periodo de 48 horas estará lavada y planchada y de camino al lugar donde requiera el cliente.
La startup funciona como intermediaria entre el usuario y las empresas de lavado, gracias a acuerdos con tintorerías y lavanderías. El pago se hace mediante la app, con tarjeta de crédito o PayPal. Además, están asegurados con Plus Ultra Seguros, por si en el proceso alguna prensa resulta dañada.
UN SECTOR AL ALZA
Mr Jeff bebe de las fuentes de las industrias tecnológicas, sin embargo el negocio de lavadoras fuera de casa es muy antiguo, aunque en los últimos años ha comenzado a despuntar. El sector de las lavanderías industriales no ha parado de crecer. A hoteles y grandes establecimientos se han unido ahora muchos particulares que ven un ahorro en gasto de energía y agua, lavando la ropa fuera de casa, que repercute en su economía doméstica. En nuestro país cada vez es más común ver uno de estos establecimientos, algo que hace pocos años era impensable.
Si además de lavar la ropa, el usuario la adquiere planchada, en su domicilio, en un máximo de dos días, el negocio parece redondo. Ha cambiado la forma de pensar y las costumbres, ahora no es imprescindible tener una lavadora en casa.