El creciente desarrollo del Supply Chain Finance (SCF) en la operativa interna de las empresas para controlar su flujo de caja es un hecho. En concreto, el 50% de las consultadas en el SCF Barometer 2018/2019 que elabora anualmente PwC están ejecutando un programa ya, el 23% más de uno y el 41% de los que no lo tienen están pensando implementarlo.
El 94% de las empresas que fueron encuestadas para el informe ha tenido éxito a la hora de activar el proyecto de Supply Chain Finance, lo que muestra con claridad las fortalezas y ventajas que ofrece contar con estos programas en los departamentos financieros de cualquier empresa, ya sea una multinacional o una pequeña pyme.
Para las compañías que aún estén pensado en cómo les puede ayudar el SCF, deben conocer que hay tres tipos:
– Confirming. Se trata de un servicio de pago a proveedores. Normalmente, las empresas pactan los plazos de pago. El confirming es una herramienta de pago que le permite al proveedor disponer del cobro de la factura de manera anticipada a la fecha de vencimiento del pago pactado con la compañía.
La mayoría (89%) de las grandes empresas siguen utilizando el confirming como método de financiación, tal y como apunta el informe SCF Barometer. Antes era exclusivo de los bancos y muchas empresas reconocen que sus proveedores acuden poco a esta vía. Sin embargo, ahora gracias a plataformas como BilliB este proceso es mucho más accesible y sencillo para todos los protagonistas ya que puede integrarse en los procesos de pronto pago como una fuente de liquidez más
– Descuento dinámico. El descuento dinámico en una operación financiera es el tipo de descuento por pronto pago que las empresas acuerdan entre ellas de forma proporcional a los plazos exactos en que se realizan las operaciones.
Hay varias formas de ejecutar el pago: bien mediante los recursos de la tesorería de la empresa compradora o financiando el pago, en este caso, incluso cabe la posibilidad de aplazar el recibo. Este tipo de financiación permite una planificación del DPO (periodo medio de pago a proveedores) dentro de los departamentos de contabilidad de las organizaciones y hay más posibilidades de generar EBITDA (beneficios antes intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones).
– Financiación de órdenes de compra. En casos en los que una empresa recibe tantos pedidos que puede poner en riesgo su capital circulante disponible, la financiación de las órdenes es una herramienta clave para cumplir con el encargo ya que cubre el coste del producto durante su elaboración y transporte.
En cada una de sus opciones, el SCF resulta clave para la supervivencia de las compañías sin pasar apuros de tesorería por falta de liquidez. Plataformas globales como BilliB de la consultora everisque, para la comercialización en España ha constituido una joint venture con Bankia, ofrece estas soluciones para empresas de cualquier sector y facturación.
