No corren buenos tiempos para el Partido Popular. Si el PP se frotaba las manos a finales de 2017, ya que había conseguido reducir su deuda con las entidades financieras en 11.270.243 euros respecto a 2016 (para situarse en 24.413.170 euros), un año después los números se han dado la vuelta. Porque en 2018 la deuda con los Santander, CaixaBank, BBVA o Unicaja se ha situado en 25.050.242 euros, es decir, 637.072 euros más que un año antes.
Malos datos que contrastan con los cosechados con su máximo ‘rival’, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), que logró rebajar su deuda con las entidades financieras en 10 millones de euros, es decir, un 20% menos en 2018. Pasó de 50 millones a 40 millones de euros. Eso sí, sigue estando por encima de la deuda del PP en casi 15 millones de euros.
Dos de cada tres euros que debe el Partido Popular tiene como destino el Banco Santander
El primero que está tras la ventanilla de cobro del PP es el Santander. Y no de manera directa, sino que se puede decir que se trata de una deuda heredada. Porque, según la contabilidad del partido a los mandos de Pablo Casado, es Banesto quien ocupa esa particular pole position: ni más ni menos que 13.498.078 euros (céntimos aparte) repartidos en dos créditos. A uno de ellos todavía le resta por devolver 12.418.325 euros.
Tras el banco una vez absorbido por Santander, le sigue otro que siguió el mismo camino: Banco Popular. En este caso, la cantidad que adeuda el PP es de 3.711.711 euros. ¿Y cuánto debe como tal el PP a Santander? Peccata minuta si lo comparamos con los datos de Banesto y Popular: sólo 390.608 euros (más un leasing de 331.016 euros). Si sumamos Banesto, Popular y Santander, el 68,9% del total de la deuda del PP es para la entidad a los mandos de Ana Botín: dos de cada tres euros.
DETRÁS DEL PARTIDO POPULAR
La pregunta que surge es: ¿a quién debe el Partido Popular el ‘otro’ euro? Ahí la cosa está muy repartida, como se suele decir en el sorteo del Gordo de Navidad. Esa hipotética clasificación estaría encabezada por lo que podría denominarse como una sorpresa, ya que no se trata de ninguno de los grandes bancos.
Tal ‘galardón’ es para Caja Rural de Granada, con 1.964.160 euros. A continuación, CaixaBank, con 1.379. 013 euros, y Unicaja, con 1.097.369 euros. Ya por debajo del millón de euros, la baraja se amplía con Crédito Balear (710.451 euros), Caja Duero (687.898 euros), Caja España (464.635 euros), BBVA (358.838 euros) y Caja Rural de Soria (245.933 euros), entre otros.
Resulta curioso que entre las entidades financieras no esté Bankia, aunque sí BMN (110.167 euros). Abanca, Novagalicia, Caja Rural de Zamora, y la CAM, también tienen relación comercial con el Partido Popular.
A modo de curiosidad, es con Banesto con quien tiene las deudas más elevadas, tanto a corto como a largo plazo. Hablamos de 12.418.325 euros (a largo plazo, ya que vence en 2036) y 1.079.753 euros (corto plazo).
Otros datos relevantes de las cuentas del Partido Popular es que la deuda con las Administraciones Públicas ha bajado, desde 1.849.185 euros, en 2017, a 1.344.425 euros, en 2018. Sin embargo, los ingresos de los afiliados han menguado, desde los 6.595.624 euros hasta los 5.950.048 euros. En este último punto, las cuotas de los filiados han pasado de 4.183.205 euros a 3.625.378 euros, es decir, han disminuido en 557.827 euros, mientras que las aportaciones de cargos públicos pasaron de 2.412.419 euros a 2.324.669 euros (-87.750 euros). Las donaciones y legados, por el contrario, subieron desde 32.869 euros a 47.932 euros.
