Las dos promotoras cotizadas más importantes del país han decidido jugar a la Bolsa con la compra de acciones propias. Aedas invertirá hasta 50 millones de euros de su excedente de caja y Neinor hasta 40 millones de euros gracias a un equity swap firmado con Goldman Sachs. Ambas compañías confían en que el valor de su título crezca en el próximo año y medio y han decidido apostar -nunca mejor dicho- por ello.
Un voto de confianza para su propia compañía y una manera de transmitir este sentimiento al inversor. Un inversor que ha castigado a Neinor y Aedas en la Bolsa en los últimos seis meses. De hecho, los afectados calculan que su valor bursátil está un 40% por debajo de su Gav -valor de sus activos-. Por ejemplo, en el caso de la segunda, la Bolsa ofrece un valor de 1.000 millones de euros cuando Savills calcula que sus activos valen 1.931 millones de euros.
Las promotoras -cotizadas- creen que reciben un trato injusto en el parqué, pero lo cierto es que todo lo ocurrido en Neinor y en Metrovacesa y con sus respectivos retrasos en los plazos de entrega de viviendas han hecho mucho daño. Ante esta tesitura, las empresas han decidido convertir el mal en una oportunidad, o mejor dicho, en una apuesta. Porque aprovechando el valor de sus títulos -Aedas (20,25 euros) y Neinor (11.01 euros) a cierre de mercado del 26 de julio- han decidido embarcarse en una compra de sus propias acciones con la firmeza que éstas se revalorizarán en el próximo año y medio.
Esta apuesta no implica que al invertir dinero en su propia cotización bursátil, el título vaya a subir de inmediato. Es decir, no es estrategia para elevar el precio del título, porque las cantidades 50 millones -en el caso de Aedas- y 40 millones de euros -en el caso de Neinor- no suponen cifras tan importantes como para remontar el vuelo de la compañía en Bolsa. Pero lo que sí transmiten es confianza al inversor que todavía duda en apostar por el negocio de las promotoras.
Las dos promotoras se la han jugado en este sentido, aunque ninguna de ellas creen haber asumido ningún riesgo, porque confían en que dentro de un plazo de año y medio-dos años las promotoras alcanzarán ese ritmo de crucero que tanto desean y que les permitirán entregar entre 2.000 y 3.000 viviendas por año. Una situación que repercutirá de una manera directa en la cotización de las compañías y que respaldará la apuesta actual por la compra de acciones propias.
Para abordar esta inversión en autocartera, Aedas y Neinor han elegido distintas fórmulas. La primera considera que se trata de «la mejor inversión» para el excedente de caja que prevé registrar en la segunda mitad del año, cuando está previsto entregue el grueso del millar de viviendas programadas para este ejercicio. En este sentido, cabe destacar que los de David Martínez en este primer semestre han entregado 102 unidades.
«No se me ocurre mejor inversión para canalizar nuestro exceso de tesorería que comprar nuestro propio banco de suelo un 40% más barato», aseguró el consejero delegado de Aedas, David Martínez, en referencia a que tras la compra de acciones está el patrimonio de la firma, fundamentalmente integrado por sus suelos, y a la actual cotización de la firma.
«El excedente de tesorería generado en 2019, los flujos de caja positivos de los próximos años y la actual infravaloración del precio de la acción en Bolsa nos dan una oportunidad única de crear valor para nuestros accionistas», añadió el primer ejecutivo sobre esta iniciativa en un comunicado.
Aedas y Neinor han decidido jugar a la Bolsa con la compra de acciones propias -50 millones y 40 millones de euros, respectivamente-
Aedas no ha determinado el destino final que tendrán los títulos propios que logre en autocartera, con lo que además se dota de flexibilidad para decidir sobre la misma en el futuro. En este sentido, la promotora explica que esta inversión no es una recompra de acciones precisamente por no haber determinado el destino final que tendrán los títulos -amortización de deuda o entrega a sus empleados, entre otros-.
NEINOR HIPOTECA SU FUTURO DIVIDENDO
El caso de Neinor es más complicado. Primero, sí se trata de un programa de recompra de acciones y segundo, su inversión depende de un tercero: Goldman Sachs. En este sentido, la promotora se jugará una parte, que podría ser importante, de sus dividendos futuros a que su propia evolución bursátil en el próximo año y medio sea positiva. La promotora se comprometió con los inversores, tras el bofetón que le dio el mercado tras reconocer que incumpliría sus objetivos para estos próximos años, a que devolvería 300 millones a las acciones para 2022, pero una parte del dinero que debe servir para ello (los dividendos se pagan con flujos de caja, no con beneficios) ya lo ha apostado con Goldman Sachs como juez jurado.
El derivado subscrito entre ambas partes se trata de un Equity Swap -un instrumento financiero de intercambio de flujos de efectivo futuros, no confundir con el de tasas de interés- con el que Neinor consigue ahora la suficiente financiación para seguir comprando acciones propias, mientras que pretende devolver dicho dinero (de ahí lo del intercambio de flujos futuros) en octubre de 2020, una vez que haya generado la caja suficiente, según explican desde la propia compañía.
El movimiento de Neinor implica qué en el próximo año y medio, aunque probablemente centre sus compras en el corto plazo (que están a menor precio), se gaste cerca de 40 millones de euros en recompras de acciones. Pese a que este tipo de contratos (que se producen fuera del mercado, lo que se denomina en jerga financiera Over The Counter o OTC) son privados y muy personalizables, desde la promotora señalan que la transferencia de efectivo en forma de acciones (las 730.000 a 10,54 euros, que suman 7,7 millones) representa un 20% del total que prevé invertir en sus propios títulos, y que el 80% restante lo pondrá el banco de inversión.