Deutsche Bank recupera lo perdido en bolsa tras el susto de los resultados

Deutsche Bank ha recuperado la tímida tendencia alcista que dibuja desde junio después de presentar unos duros resultados el miércoles que le llevaron a sufrir un fuerte retroceso en bolsa.

Las acciones de Deutsche Bank comenzaron la sesión del jueves a un precio de 7,03 euros, muy cerca de los 7,13 euros que presentó al cierre del martes. Desde entonces, los títulos han vivido un descalabro y su posterior vuelta al nivel de los 7 euros.

El factor detonante ha sido la presentación de los resultados correspondientes al segundo trimestre. Deutsche Bank registró una pérdida de 3.190 millones de euros frente a los beneficios de 361 millones de euros en el mismo periodo de 2018. Excluyendo estos gastos, el beneficio neto habría sido de 231 millones de euros y un beneficio antes de impuestos de 441 millones, según precisó el banco alemán.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»158202″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

¿Qué ocurrió? El banco anunció que había asumido un impacto negativo extraordinario de 3.400 millones relacionado con el plan de transformación previsto por la entidad. Esta cifra se divide en 2.000 millones de euros en ajustes en el valor de activos fiscales diferidos (DTA), además de 1.000 millones de euros de deterioro del fondo de comercio por la rebaja de perspectivas del plan de negocio y otros 351 millones por deterioros en el valor de software y provisiones por contratos de servicios.

La publicación de las cuentas provocó una caída inicial en el precio de su cotización del 5,75% en la apertura de la sesión. A medida que pasaban las horas reducía el retroceso hasta finalizar la jornada bursátil con una pérdida del 1,96% con respecto al cierre del día anterior.

El consejero delegado del banco, Christian Sewing, destacó que sin los costes de transformación “el banco sería rentable”. «Ya hemos tomado medidas importantes para implementar nuestra estrategia para transformar Deutsche Bank y se reflejan en nuestros resultados».

EL MERCADO APOYA LA TRANSFORMACIÓN DE DEUTSCHE BANK

Quitar el zoom del cortoplacismo en la cotización de Deutsche Bank es suficiente para ver en qué situación se encuentra el banco. En 2015 cotizaba en niveles de 32 euros, en 2017 bajó a los 19 euros y en 2019 tocó suelo en 5,97 euros. Una depreciación del 81% o del 68%, depende de dónde fije la fecha para comparar con respecto al presente. En cualquier caso, algo iba mal.

El dinero salía de Deutsche Bank a ritmos vertiginosos. Hasta 1.000 millones de dólares, unos 900 millones de euros, llegaron a retirar los accionistas del banco alemán cada día, según Bloomberg. Podría haber supuesto la salida de 45.000 millones de dólares, según apuntan otros medios estadounidenses. Al banco alemán se le ponía cara de Banco Popular.

La idea de fusionar Deutsche Bank y Commerzbank no llegó a buen puerto. A finales de abril dieron por terminadas las conversaciones entre ambas entidades al considerar que la operación no iría en interés de los accionistas ni de otras partes interesadas.

La acción de Deutsche Bank se ha revalorizado un 17,5% desde que tocó mínimos el pasado 4 de junio

Pocos días después, ya en mayo, Christian Sewing anunció que el banco estaba preparado para acometer «duros recortes«. El 7 de julio San Fermín lanzó el cohete. El plan para mejorar la rentabilidad de la entidad con «el reinicio de Deutsche Bank» incluía la reducción de 18.000 empleos en tres años y la creación de un ‘banco malo (Unidad de Liberación de Capital) con activos ponderados por riesgo de 65.000 millones de euros. La plantilla de la entidad ascendía a 90.866 trabajadores.

El ambicioso (aunque muy duro para los empleados) plan fue bien recibido por los mercados. El CEO anunció que estaba preparado para acometer “duros recortes” en mayo. La acción tocó suelo (5,98 euros) el 3 de junio. Desde entonces, la cotización de Deutsche Bank en el parqué ha mostrado una tendencia alcista hasta revalorizarse un 17,5%. Tan solo sufrió un pequeño retroceso el día que su director de banca de inversión, Garth Ritchie, hizo pública su salida del banco.

Deutsche Bank