Indra ha roto las conversaciones con Rolls-Royce, según ha anunciado este miércoles, por lo que renuncia a adquirir una participación de control en Industria de Turbo Propulsores (ITP). La compañía de tecnología y consultoría había mantenido conversaciones con Rolls-Royce desde hace semanas, pero apuntan a que no se ha llegado a un acuerdo.
«Indra comunica que las conversaciones avanzadas que se estaban manteniendo con Rolls Royce al objeto de adquirir una participación de control en Industria de Turbopropulsores (ITP) han terminado sin acuerdo entre las partes», ha informado Indra en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
La empresa de tecnología y consultoría señala que, tras este desenlace de las conversaciones, continuará con la ejecución de su Plan Estratégico y seguirá «explorando las oportunidades de inversión que se le presenten y tengan encaje en dicho Plan».
Fuentes de Indra han explicado que existía un acuerdo sobre el precio de la operación desde hace bastante tiempo y las negociaciones sobre otros aspectos contractuales estaban muy avanzadas. Sin embargo, pese a ello, en los últimos quince días las negociaciones se han complicado y no ha sido posible llegar a un acuerdo.
INDRA APUESTA POR EL CRECIMIENTO ORGÁNICO
En este sentido, señalan que ITP es «un buen activo» y la operación hubiera sido «positiva y transformacional» para Indra. No obstante, subrayan que, tal y como afirmó el presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, en la reciente junta de accionistas, la no adquisición de ITP no afecta a las perspectivas positivas ni a la estrategia de la compañía, que sigue centrada en un crecimiento rentable orgánico.
Indra tiene una alta capacidad para crecer orgánicamente sin necesidad de realizar nuevas inversiones, como ha quedado demostrado en el ejercicio 2018 y en el primer trimestre de 2019, periodo en el que ha registrado resultados positivos. Estos son consecuencia de la transformación que se está produciendo en la empresa gracias al despliegue «con éxito» de su Plan Estratégico 2018-2020, puesto en marcha tras estabilizar su situación financiera.
Las fuentes subrayan que la atención de Indra sigue centrada en cumplir con los objetivos de 2019, con especial mayor atención y esfuerzo en la rentabilidad (Ebit) de sus operaciones. La empresa seguirá apostando por invertir en innovación y en tecnología, al mismo tiempo que continuará invirtiendo en las personas y en crear empleo de alto valor.
OPORTUNIDADES DE CRECIMIENTO
Además, añaden que seguirá analizando al mismo tiempo «de forma activa» las oportunidades de crecimiento por vía inorgánica que le presente el mercado. Así, remarcan que Indra está en las «mejores condiciones» para afrontar cualquier inversión en activos que complemente su cartera de productos y servicios, encaje en su Plan Estratégico y, con ello, potencie su capacidad de crecimiento.
«Indra sigue siendo un líder en sistemas tecnológicos de Defensa en España. Lo era antes de las conversaciones con Rolls-Royce por ITP y lo sigue siendo. Y sigue siendo el líder español en los mercados de Transporte y Defensa y en los de Tecnologías de la Información y Transformación Digital», remarcan las fuentes.
Ambas compañías confirmaron el pasado 14 de junio que estaban manteniendo conversaciones tendentes a explorar la posible adquisición por parte de la empresa de consultoría y tecnología de una participación de control en Industria de Turbo Propulsores (ITP) a Rolls-Royce, aunque indicaban que no habían ninguna certidumbre de que esto se traduzca en una operación.
Rolls-Royce anunció en 2016 la compra del 100% de la empresa vasca Industria de Turbo Propulsores (ITP) tras adquirir al grupo Sener su participación del 53,1% que no poseía por 720 millones de euros.