Esto le pasa al cuerpo cuando dejas de tomar azúcar

Cuando te pones a dieta lo primero que piensas es «voy a dejar el azúcar», pero ¿te has planteado alguna vez qué le sucede a tu cuerpo cuando dejas de tomar azúcar? No se trata de eliminar el azúcar blanco refinado tan solo cuando te sobran unos kilos, la razón real de evitar consumirlo o, al menos, no más de lo debido, es porque tu cuerpo te lo agradecerá y notarás en poco tiempo los beneficios de dejarla.

El azúcar no debe aportar más del 10% de las calorías diarias.

Para una dieta normal de 2.000 calorías el 10% serían unos 50 gramos de azúcar, o lo que es lo mismo; unas 12 cucharillas de café. Mientras que es del 5% para una dieta óptima y un bienestar adicional; son 25 gramos al día o 6 cucharaditas de azúcar.

El azúcar que tu cuerpo necesita ya se encuentra en los alimentos que ingieres a diario sin que ni siquiera lo sepas, como por ejemplo en la fruta y no representa un peligro para la salud. Sin embargo, hay otros alimentos que contienen azúcar en cantidades desorbitadas como el pan de molde, las pizzas, los cereales para el desayuno, refrescos, chocolate blanco o con leche, mermeladas, natillas, flanes o yogures, tomate frito, salsas como la mostaza o el kétchup y las golosinas que tanto te gustan.

El azúcar blanco refinado es un alimento que no nutre ya que aporta calorías vacías. El consumo de azúcar puede provocar la acumulación de grasa en la zona abdominal. Se estima que sus efectos en el hígado son similares a los del alcohol y además, es una de las causas principales de diabetes tipo 2, enfermedades del corazón y obesidad.

Esto le pasa al cuerpo cuando dejas de tomar azúcar

Dejas de ser un glotón

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Tienes una hormona en el cuerpo que se llama leptina. Dicha hormona es la que se encarga de decirte que estás lleno cuando ya has comido. El azúcar anula esa hormona y te hace creer que siempre tienes hambre. La leptina hace que no andes toda la noche del frigorífico a la cama buscando cosas dulces que llevarte a la boca.

Cuando la dejas de lado tu cuerpo vuelve a resetearse. Necesitas un tiempo de adaptación y los efectos secundarios serán según tu ingesta habitual de azúcar. Pero tus niveles de apetito serán normales a partir del mes de dejar el azúcar. Por lo tanto, dejas de tener hambre a deshoras, reduces la cantidad de calorías y de dulces.

Los extremos nunca fueron buenos. Sí, es cierto que este dulce aditivo es perjudicial para tu salud, pero si encuentras el equilibrio entre una alimentación sana y un poquito de azúcar puede que seas más feliz que si la abandonas del todo.