Emilio Ybarra Churuca ha fallecido este miércoles en Madrid a causa de un derrame cerebral, según han señalado fuentes conocedoras del deceso. Ybarra era expresidente del BBVA y excopresidente, después de que el 19 de enero de 1990 tomara el mando tras la fusión de los dos bancos con sede en Bilbao.
En octubre de 1999 y hasta el 15 de diciembre de 2001, copresidió junto a Francisco González, el BBVA, fruto de la fusión de la entidad con el banco público Argentaria.
Su salida del banco se produjo tras un expediente del Banco de España por las cuentas secretas de Jersey, paraíso fiscal donde algunos consejeros de BBV radicaron sus fondos pensiones con cargo a fondos extracontables del banco. La Audiencia Nacional le condenó a seis meses de cárcel por apropiación indebida.
Nacido en San Sebastián el 9 de noviembre de 1936, era licenciado en Derecho y en Ciencias Económicas por las Universidades de Valladolid y Deusto.
RECORRIDO POR EL BBVA
La primera incursión de Ybarra en el sector bancario la realizó en 1964 en el Banco de Bilbao, donde de manera inmediata fue nombrado subdirector de la oficina de Bilbao.
En el banco desfiló por distintos cargos, desde el Servicio de Organización y Personal, al puesto de subdirector general, para ser designado en 1971 consejero de la entidad y consejero delegado de la Corporación Industrial Bancobao y en 1986 vicepresidente del banco.
Tras la muerte del copresidente del ya fusionado BBV, Pedro Toledo, en 1988 rechazó su acceso a la presidencia honorífica del BBV en mitad de una crisis por la sucesión de Toledo.
Dos años después, en 1990, Ybarra pasaría a ocupar la presidencia de la entidad con el consenso de los consejeros de ambas facciones.
En su trayectoria afrontó reveses como la cesión a Banesto de parte de la cúpula directiva en 1993 tras la intervención del Banco de España, que le obligó a remodelar la ejecutiva, momento en el que impulsó a su consejero delegado, Pedro Luis Uriarte.
Ybarra supo congeniar el negocio puro bancario con la tenencia de una potente cartera industrial, dando entrada al capital de empresas de primera linea españolas como Telefónica, Iberdola y Repsol-YPF.