Los protectores solares protegen contra el sol; obvio. ¿Pero quién nos protege contra ellos? La preocupación de los consumidores tiene que ver con el tipo de protección (y su famoso número), pero no siempre nos paramos a pensar en sus componentes, algo que además de poder tener consecuencias nocivas para nuestra piel también puede afectar al medio ambiente.
Ante este desconcierto con los protectores solares ha surgido una polémica por el supuesto fraude en el etiquetado de protectores solares como la firma Isdin, que, según el estudio de la OCU, contenían un SPF inferior al que indicaban. El estudio completo analizaba diecisiete marcas de protectores solares destinados a los más pequeños, protección 30 y 50, pero la resolución del caso, emitida por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) asegura que estas marcas no mentían. “A nuestro juicio, las cosas siguen sin estar nada claras”, publicaba el pasado 8 de julio la OCU tras conocerse el veredicto.
En el estudio de la OCU, otras veteranas en el mercado como Garnier, Biotherm o Nivea alcanzan las puntuaciones más elevadas; mientras que Mustela o Isdin están en lo más bajo del ranking. Para considerar estos productos es esencial, como ocurre con la mayoría de los envasados, también en alimentación, leer detenidamente las etiquetas.
En cuanto a los productos de cosmética, las denominaciones pueden resultar algo complejas si no eres un experto en química. Pero no es necesario, porque hay varias cuestiones clave a tener en cuenta; como son, el orden de aparición de cada ingrediente, puesto que los primeros son los que están presentes en mayor porcentaje en el producto. Asimismo, comprobar si el eslogan que promocionan algunos artículos, que venden hacen alarde de lo natural, son realmente así, porque los ingredientes naturales, cuanto más arriba, mejor.
Una de las ventajas de la era tecnológica está en las apps, que facilitan mucho nuestras actividades. En este caso, Ingred es una aplicación que con una simple fotografía de los ingredientes de los productos nos indica cuáles de ellos son perjudiciales, es decir, tóxicos. No solo en el mundo de la cosmética, sino también en alimentación y bebidas.
Hawaiian Tropic es una de las marcas de protectores solares más presentes en los supermercados y tiendas cosméticas. No aparecen en el análisis realizado por la OCU, pero gracias a la app Ingred es posible saber cuáles son los ingredientes tóxicos que contiene uno de los artículos de esta marca; hablamos del aceite solar de SPF 20.
LA LARGA LISTA DE TÓXICOS
“Hay que tener en cuenta que la crema solar no es como cualquier otro cosmético, se trata de un producto necesario para protegerse del sol. Nuestra postura es que siempre es mejor utilizar crema solar, contenga o no estos ingredientes”, asegura la OCU en una de sus publicaciones.
Los parabenos son distruptores endocrinos y motivo de alerta hace algunos años; no solo como componente de los protectores solares, sino de la mayoría de productos del ámbito cosmético y de higiene (geles de ducha, cremas, desodorantes…). No son los únicos. Hay más componentes que pueden causar daños en nuestro organismo y no somos conscientes de ello.
Los ingredientes etoxilados, normalmente acaban en –eht, o empiezan por PEG- y un número tras esto. Las aminas, los nitritos o los compuestos halogenados orgánicos también forman parte de la extensa lista de ingredientes tóxicos para el organismo.
El empleo de manera inconsciente de los disruptores endocrinos tiene consecuencias muy graves. Las alteraciones pueden ir desde la infertilidad hasta diabetes, autismo, endometriosis o determinadas dolencias. En definitiva, el aspecto humano más afectado es la reproducción humana.
MEDIOAMBIENTE EN PELIGRO
La fauna y flora de los mares, ríos y océanos puede verse claramente afectada por los componentes químicos de algunos protectores solares. Sin entrar en el debate de sus envases, por supuesto, plástico. Que el Planeta está en peligro lo sabemos, pero lo que resulta curioso es que no se haga tanto énfasis en lo contaminante de las sustancias químicas que rellenan los citados envases de plástico para el ecosistema marino.
La oxibenzona es uno de los componentes peligrosos. La cantidad de esta sustancia que no absorbe nuestra piel, se esparce por el mar. La aplicación móvil que indica la toxicidad de los ingredientes de los productos, cataloga este químico como “a evitar” en cosmética.
El octilmetoxicinamato, también conocido como octinoxato es muy empleado como filtro solar. Su intención es buena podríamos decir, pero es un disruptor endocrino que tiene graves consecuencias. Es el claro ejemplo de sustancia que es perjudicial para la salud y daña el medioambiente.
Caso aislado, pero buen ejemplo es el de la república de Palaos en el archipiélago del Pacífico. Se trata de uno de los primeros territorios en prohibir los protectores solares. ¿Cómo lo harán? Muy fácil, confiscando aquellos productos que contengan compuestos químicos perjudiciales; y, por otra parte, multando a aquellos establecimientos que comercialicen tales protectores nocivos.
Si algo se puede sacar en claro es que debemos parar, y ser conscientes de todas y cada una de nuestras acciones. En primer lugar por nuestra salud, pero también por el mundo, el lugar en el que vivimos.
