Agradecimiento eterno a la Brigada de Salvamento Minero

Su gran labor abordó todos los titulares con el rescate de Julen Roselló, el niño de dos años que se quedó atrapado en un pozo estrecho y profundo de Totalán (Málaga). Y pese a que el desenlace no fue el esperado, toda España fue testigo de su dedicación y profesionalidad. Por este motivo, la Brigada de Salvamento Minero ha recibido el premio Acción Social de MERCA2. Con este galardón, el diario económico digital quiere reconocer el esfuerzo que este cuerpo de rescate ha realizado en España desde 1920.

Afrontan situaciones de rescate prácticamente imposibles. El pequeño Julen cayó el 13 de enero de 2019 en un pozo de una finca de Totalán de 75 metros de profundidad y 25 centímetros de diámetro. Además, se había formado un tapón sólido de tierra sobre el cuerpo del niño. Aún así, la Brigada no tiró la toalla. Trabajaron literalmente las 24 horas del día durante casi dos semanas. Y aunque Julen no sobrevivió, la abnegación de los mineros quedó reflejada no solo en los medios nacionales; también ante los ojos del resto del mundo.

Primero excavaron un túnel horizontal, pero la inconsistencia del terreno les impidió culminar el plan. Después optaron por realizar otro túnel, pero esta vez en paralelo al pozo ilegal. Sin embargo, se toparon con todo tipo de contratiempos. Rocas macizas, errores de cálculo imperceptibles que dificultaban el encamisado, perforaciones que no cumplían las expectativas… Y todo ello a contrarreloj. Pero la Brigada continuó con su trabajo.

Cada hora que pasaba, había menos esperanzas de encontrar al niño con vida. El pequeño no tenía agua y el oxígeno era limitado. Pero la Brigada no lo vio así. Mientras hubiera probabilidades de que Julen estuviera con vida, había que intentarlo. Y así lo hicieron. Una vez encamisaron el túnel (no sin dificultades), los mineros encargaron fabricar una estructura metálica específica para descender a modo de ascensor. Ya bajo tierra, el siguiente paso era excavar a mano hasta el cuerpo de Julen. Tres metros de tierra les separaban del pequeño. Los mineros se turnaban para que el trabajo no cesara.

Todo estaba calculado. Los especialistas realizaron microvoladuras con dinamita para apartar las partes de roca más consistentes. El resto, a mano. El 26 de enero a la 1:25 de la madrugada tuvo lugar el fatal desenlace. El cuerpo de Julen apareció sin vida. Llevaba días muerto. Un duro resultado para un duro trabajo. Y un fatal escenario para apreciar la brillante actuación de la Brigada de Salvamento Minero.

El rescate del joven malagueño fue un ejemplo más de las duras condiciones en las que trabaja la Brigada. Esta asociación nació en 1912 motivada por los continuos accidentes que sufrían los mineros asturianos. Muchos de ellos con víctimas mortales. Allí donde había alguien atrapado en una mina, un túnel o una cueva, los miembros de la Brigada acudían. Pero no solo trabajan bajo toneladas de tierra. También realizan labores de rescate en incendios, ambientes tóxicos o incluso explosivos.

Actúan dentro y fuera de las fronteras españolas. Los 365 días del año. Si se requiere sus servicios en la otra punta del mundo, la Brigada no tiene reparos en actuar. Se juegan la vida por salvar a otras personas. Ponen su experiencia y profesionalidad al servicio de los demás porque son conscientes de que son los únicos que pueden afrontar esas duras condiciones. Y por este motivo, MERCA2 ha querido galardonar a la Brigada de Salvamento Minero con el premio Acción Social. Porque como afirmó el líder del equipo Sergio Tuñón “Totalán no fue el peor escenario en el que tuvo que actuar la brigada”.