Preferimos la mensajería instantánea que las llamadas por voz. Así lo revela el último Panel de Hogares de la Comisión Nacional de Competencia (CNMC). Quizá el agitado ritmo de vida que llevamos nos impida mantener una conversación de viva voz con nuestro interlocutor. Nada más y nada menos que el 85% de los españoles utiliza algún tipo de servicio como Whatsapp o Telegram.
El último trimestre de 2018 daba la victoria a Whatsapp y lo coronaba como el rey de las conversaciones, aunque las llamadas de voz también habían aumentado, y eso era lo reseñable. Parece que esto no se ha mantenido en la primera mitad de 2019. Si comparamos las preferencias de los consumidores entre servicios tradicionales vs. OTT hay un claro vencedor. Las llamadas de voz, fijo y móvil, y los SMS parecen se ven sustituidos por los nuevos servicios.
El 60% de la población afirma no enviar ya mensajes de texto, alrededor de un 30% apunta que lo hace de manera ocasional. Las llamadas de voz parecen reservarse para cuestiones más relevantes, porque gran parte de los españoles afirman que llaman semanalmente. Aunque si hay un perjudicado del bando tradicional son las llamadas por teléfono fijo. Las mismas que revolucionaron el mundo de las comunicaciones, porque escuchar a alguien que estaba a kilómetros a través de un simple aparato parecía sacado de una película de ciencia ficción. La mitad de la población (47%) utiliza las líneas fijas semanalmente o más.
Desde que llegaron, las aplicaciones de mensajería instantánea han optimizado sus servicios. Primero fueron los mensajes, pero ahora ofrecen videollamadas, llamadas de voz, mensajes de voz… ¿Quién puede competir con esto?
LOS DATOS PERSONALES, LA GRAN PREOCUPACIÓN
Algo muy revelador es que el 90% de la población considera importante la protección de sus datos personales. La reciente modificación del tratamiento de los datos en diciembre de 2018 ha cambiado el panorama. Se acabó el todo vale. Nos preocupa qué puede pasar con nuestra información. En definitiva, la privacidad nos importa y por este motivo, las aplicaciones que realizan servicios de comunicación deben asegurar ciertas condiciones en este sentido.
Si hay algo que preocupa más a los usuarios es la conexión, puesto que asegura el funcionamiento del servicio. La atención por parte del soporte técnico cuando hay problemas es una de las más valoradas también por los usuarios.
Como conclusión, la calidad de conexión y la confianza en la protección de los datos personales generan mayor insatisfacción cuando se llama a través de Internet que cuando se realizan las llamadas tradicionales.