Los nuevos parámetros de rentabilidad propuestos por el regulador británico más altos que los anteriores, no solo ha impulsado a Iberdrola (que tiene un peso importante en el negocio de la distribución de la región), sino que añade todavía más valor a la posible compra de la española por la local Electricity North West (ENW). Aunque la decisión del organismo, conocido como Ofgem por sus siglas en inglés, también provoca que la competencia por adquirirla sea mayor y ello conlleve un aumento del precio.
La respuesta del regulador británico llega después de que en diciembre del año pasado Iberdrola, SSE y National Grid elevasen una consulta a dicho organismo. La razón era que el precio propuesto para el próximo periodo regulatorio (que entra en vigor en 2021) fuera excesivamente bajo, debido a que «los organismos de control de la industria incorporarán la disminución en los costes del endeudamiento de los servicios públicos y que afectaba en Gran Bretaña a las grandes distribuidoras», explicaban los analistas de Bloomberg.
Pese a que se trataba de las primeras estimaciones, al final el regulador parece haber capitulado abriendo la puerta a retornos mucho más amplios: «Los parámetros de retornos actualizados de Ofgem para las redes de distribución de gas y transmisión de U.K. (conocidos como RIIO-2) durante cinco años a partir de abril de 2021 son positivos, en nuestra opinión», explican los analistas de Bloomberg. Además, también podría eliminar la denominada cuña de rendimiento (ahora en el 0,5%), «lo que podría impulsar aún más los rendimientos regulados», señalan los expertos.
En concreto, la nueva propuesta lanzada por el regulador británico supone mejorar los retornos sobre el endeudamiento del 1,74% al 1,93%, en 19 puntos básicos. Una mejora todavía mayor para la rentabilidad sobre el capital invertido, ya que pasa del 4% al 4,3% y en el caso del denominado Vanilla WACC -que es una versión estándar de un instrumento financiero, en este caso un bono- pasa del 2,64% al 2,88%. Unas mejoras que sin embargo para algunas firmas, como National Grid, aún consideran que «los rendimientos mejorados son demasiados bajos y no reflejan completamente el nivel de riesgo».
Además, también establece un calendario de implantación y próximas consultas: así, el siguiente paso será en verano de este mismo año con distintas consultas sobre costes, hasta que en diciembre se tome una decisión en firme sobre la misma. Aun así, no será decisivo, ya que una vez pronunciado (el 9 de diciembre) las empresas tienen hasta primavera para hacer reclamaciones, hasta que en noviembre de 2020 se tome la decisión final.
IBERDROLA REFORZARÍA SU POSICIÓN EN LA RED NOROESTE
El impulso de Ofgem en el negocio de Iberdrola, y también en el de ENW, cuyo grueso del negocio de redes está localizado en el noroeste de Gran Bretaña podría ser todavía mayor en los próximos meses, ya que el regulador deberá presentar este mismo verano un documento (lo que se conoce como carta abierta) para tratar el periodo regulatorio a partir de abril de 2023 en dicha zona.
El encaje geográfico, y ahora una retribución mayor por cliente, podrían resultar claves para que Iberdrola suba su apuesta por ENW
ENW cuenta con cerca de 2,4 millones de clientes distribuidos en la ciudad de Manchester y otras zonas del noroeste de Inglaterra, por lo que la adquisición por parte de la española le otorgaría el control de la red de distribución desde el norte de Gales hasta el sur de Escocia, a lo largo de toda la costa inglesa. El encaje geográfico, y ahora una retribución mayor por cliente de la esperada, podrían resultar claves para que Iberdrola subiese la apuesta por la firma local, opinan desde fuentes de mercado a Merca2.
Aunque el geográfico no es el único plus que sumaría Iberdrola si tiene éxito en la puja, ya que obtendría ventajas desde el punto de vista de ahorrar costes de digitalización o el aumento de su cuota de mercado. Iberdrola gastará en los próximos años cerca de 4.800 millones de euros adicionales en digitalización (tecnología para monitorizar y optimizar el negocio de redes), un coste que podría repartir entre un mayor número de activos.
Por último, le permite a la española reforzar su negocio de redes que es un punto en el que los inversores han puesto el foco. De hecho, un informe anterior de Bloomberg ya señalaba que «el mayor enfoque de Iberdrola en los activos regulados es probablemente la consideración estratégica más importante en los próximos años». A pesar de las ventajas que traería la compra, más rentabilidad, mayor número de clientes y mayores ingresos regulados (flujos seguros y continuos) el principal punto de incertidumbre sigue siendo la actual situación del Brexit, que sigue encallada, y que obliga a la firma a moverse sin poder confirmar ni desmentir nada.