Más allá de las inversiones tradicionales hay otras opciones que pueden proporcionar rentabilidad con el tiempo como son las megatendencias. Durante mucho tiempo hemos escuchado sobre las posibilidades que pueden ofrecer para los ahorradores, pero lo primero es conocer en qué consisten y cómo se pueden detectar.
En el 2º Observatorio de la Inversión de MERCA2 los expertos coincidieron en el interés que suscitan las megatendencias y el método de detección. Lorenzo Coletti, Senior Sales Manager Iberia y Latam de Pictet AM, señaló que “detectarlas es lo complicado”. Sin embargo, si miras los datos te das cuenta de que “hay una serie de megatendencias de fondo”, como por ejemplo que los jóvenes son menos propensos a utilizar el coche porque contamina más o el cambio demográfico. Lo importante, añadió es saber “cuáles pueden ser relevantes y cuáles no”.
Para José María Luna, asesor y agente financiero de Caser Asesores Financieros, cuando hablamos de las megatendencias, siempre nos viene a la mente “algo disruptor”. Hablamos de tecnología, temas medioambientales, o el envejecimiento de la población. Parece que es algo nuevo, pero, según explicó, “no lo es”. Es la ruptura hacia algo nuevo.
Por tanto, hay que tener muy claro cuáles son las temáticas que van a tener éxito a futuro. Por ello, Gabriel Simón, Cogestor Santander PB Carteras de Santander AM, concretó que buscan tendencias que “completen a los portfolios tradicionales”. Lo primero es que crezcan como el índice en el que invierten. Acto seguido buscan que “tenga una beta inferior a uno”, para después considerar que las compañías “en las que estemos invertidos megatendencias no estén en los índices tradicionales”.
Y es que, tal y como apuntó Almudena Mendaza, responsable de ventas para España de Natixis Investment Managers, muchas veces al inversor “le llega una ensalada”. Es decir, megatendencias de más corto plazo y más orientadas a la sostenibilidad.
Lo importante es detectarla y de alguna manera, distinguirla, “de una inversión sectorial y también de la inversión sostenible”, aseveró Mendaza. Existen esas tendencias y hay que intentar diferenciar. De ahí a la importancia, siguiendo esta misma línea, de “diversificar por estilos de gestión y tener muy en cuenta las tendencias”, según Luna.
MEGATENDENCIAS DEL AHORA
Los expertos coinciden en que hay que establecer una diferenciación con respecto a las temáticas. En opinión de Coletti, “no hablamos de inversión temática”, cuando hablamos de megatendencias. En este sentido, “primero hay que mirar, ver qué hay e identificar” esas posibilidades de inversión. Algunos ejemplos serían “el mundo del agua, la sosteniblidad, o los cuidados de la salud”.
A este respecto Luna agregó que las megatendencias “son un estilo y no son una moda”, lo cual es fundamental. En segundo lugar, afirmó que no solo hay que fijarse en las tendencias como tal, “sino en las compañías que las acompañan”. Y, dentro de lo que es estilo, “que sea socialmente responsable”.
El mundo actual ha pasado de invertir en algo que es nocivo a algo que tiene un impacto más positivo, lo cual es percibido por parte del inversor. Esto pasa en las generaciones jóvenes, sino también en las generaciones más mayores. Todas las temáticas socialmente responsables “son interesantes”, tal y como expresó Luna.
Otra temática es la digitalización, robótica, inteligencia artificial que va calando, por ejemplo, en la maquinaria agrícola. El analista de Caser Asesores Financieros lo ejemplificaba con el avance tecnológico en la agricultura: “Kubota es capaz de tener tractores en Japón que no van conducidos por ningún agricultor”. De este modo, hay temáticas que vemos de presente, pero “también de futuro”.
A todo esto, habría que añadirle, según Mendaza, el componente importante de “la rentabilidad financiera”. Por norma o líneas generales, cuando identificas que una compañía está preparada o haciendo inversiones para capitalizar esa megatendencia hay centrarse “en esas compañías medianas o pequeñas” y diferenciarse del índice.
EL FACTOR «REGULACIÓN»
Hay un tema importante en muchas temáticas que es la posibilidad de que esas temáticas tengan un desarrollo óptimo dependiendo de la regulación. Simón concretó que lo bueno en la regulación es que “el mercado está cambiando al lado favorable”. En Japón no tenían criterios de gobernabilidad y “la regulación lo ha cambiado”. Eso va a generar “un impacto de valor y puede ser positivo”.
Según valoró Mendaza, muchas veces perdemos de vista un factor cómo es la regulación que pueden cambiar “la perspectiva de inversión”. Así las cosas, la energía solar “puede cambiar la regulación”.
Coletti expresó que en el sector de los bancos se podría encontrar una referencia dentro del impacto de la regulación “más adversa” con el auge de las fintech. Por el contrario, con las otras megatendencias a las que la regulación les pesa de una forma más positiva “como en compañías como Uber”, sin ir más lejos.
Por tanto, para Luna es “adaptarse”, puesto que gracias a la tecnología y a la regulación hace que se “reconviertan las industrias”. Es un elemento más, pero estamos sometidos a una enorme regulación. Si las compañías se pueden adaptar, pueden aportar valor. Lo que puede ser un coste, si se hacen bien las cosas se puede hacer un beneficio.
¿CÓMO CONVENCER AL INVERSOR ESPAÑOL?
Como punto de partida el inversor español suele ser conservador moderado. Suele invertir en ladrillo y depósitos. Esto puede cambiar “con información, formación y asesoramiento”, señaló Luna. Eso sí, es mucho más fácil hacerlo “con generaciones más jóvenes”, dado que “están más abiertas a pensar en que hay una inversión más allá de estas inversiones tradicionales”.
El inversor español que tiene un corte más conservador y le cuesta centrarse en el corto plazo, aunque está cambiando progresivamente y demanda nuevas ideas a la hora de invertir. Según Mendaza ahora está buscan “nuevas fuentes de rentabilidad” y si a ello se le aúna la posibilidad de alejarse de los índices y ofrecerle descorrelación, puede atraer a los ahorradores.
Sin embargo, el conservadurismo del inversor español “no es malo” a juicio de Simón. Lo que demandan ahora “es transparencia”. Dicho de otro modo, que contraten fondos que sean “líquidos y que se pueda entrar y salir cuando quieran”. Aquí entraría la clave de la inversión “a largo plazo”, ya que para que las megatendencias funcionen en cartera “tiene que ser con un horizonte temporal amplio”.