Cada día que pasa Thomas Cook presenta una situación más alarmante. El pasado jueves la compañía anunció sus resultados con unas pérdidas seis veces superiores al ejercicio anterior, lo que ha desembocado en una fuerte caída en la Bolsa de Londres. Este lunes ha llegado a caer un 20%, aunque ha aminorado su descenso después. Un momento crítico cuya solución más rentable a corto plazo parece explorar la venta para conseguir liquidez y financiación.
En concreto, los títulos de una de las compañía de viajes más antigua del mundo cerraron a 11,8 peniques el viernes, su nivel más bajo desde julio de 2012, y se cotizan superada la media sesión de este lunes a 10,24 peniques, con una caída del 14%. En el último mes, sus títulos se han hundido casi un 65%.
LA VENTA COMO LA SOLUCIÓN MÁS RÁPIDA
Thomas Cook está explorando la venta del que es ahora mismo su negocio más rentable, el aéreo, en un intento por lograr mayor liquidez y sostener la financiación de su plan estratégico para priorizar los hoteles de marca propia, y según asegura, ha recibido «múltiples ofertas» para su compra parcial o total, sin dar detalles.
Citi considera que la venta de su negocio aéreo supondría un alivio a corto plazo para la compañía turística y podría alentar también una oferta para toda la compañía por parte entidades no pertenecientes a la UE como el conglomerado chino Fosun, el principal accionista de Thomas Cook.
La prórroga del ‘Brexit’ no ha alterado el menor ritmo de las reservas en los principales mercados vacacionales donde opera Thomas Cook y en destinos clave como Canarias y Baleares, en España, o Grecia, se han contraído, frente al repunte hacia países como Túnez y Turquía.
La compañía, que ha incrementado su actividad promocional, ha reconocido que esta circunstancia unida al alto nivel del precio del petróleo en su operativa aérea y al incremento de costes hoteleros, afectará de forma importante al resultado del touroperador este año.