Trump finalmente cumplió sus amenazas de aplicar los aranceles, en su momento paralizados, de 200.000 millones de dólares a los productos chinos y el viernes 10 entraron en vigor. China en respuesta informó el lunes siguiente que aplicará aranceles por importe de 60.000 millones de dólares para cualquier producto americano.
Esta situación propició a una caída generalizada en los mercados, en primer lugar de las bolsas asiáticas que recibieron el golpe a la aplicación de los aranceles, mientras que Estados Unidos vio cómo su índice Dow Jones perdía más de 600 puntos en una sola sesión, el S&P se dejaba un 2% y el NASDAQ un 2,8%, es importante destacar que este índice tecnológico vio como Apple retrocedía un 5% en bolsa. Hay que recordar que los aranceles tienen como objetivo grabar principalmente al sector textil y a la tecnología, por lo que el NASDAQ verá como muchos de sus componentes irán encadenando roturas de soportes.
Uno de los detonantes de la guerra comercial es precisamente la rotura del acuerdo entre Estados Unidos y China en cuestión de propiedad intelectual entre los que se encontraba el apoyo gubernamental a Huawei en relación a la nueva red 5G.
Iremos viendo cómo el impacto en la economía real del no acuerdo afecta por dos vertientes: vía inflación (productos más caros) y vía crecimiento (contracción de la economía por la caída en las ventas de productos, e indirectamente por la caída en la contratación de los medios de transporte de dichas mercancías, básicamente un efecto cadena muy difícil de contener si no es por medidas políticas).
Por plazos, la siguiente reunión entre las potencias mundiales será en la próxima cumbre del G20, donde el resto de naciones intentarán mediar en el conflicto comercial con la esperanza de que vuelvan a sentarse con “los espolones bajados”.
Darío García, analista de XTB