Fue en 2012 cuando la multinacional francesa AXA decidió que había llegado el momento de reducir su huella medioambiental allá donde estuvieran presentes. Y los resultados han sido más que satisfactorios. “La disminución del consumo energético en AXA España desde al año 2012 ha sido de un 41%, es decir, más de 6.000 MWh. Hemos calculado que esto corresponde al consumo de un año de 1.283 hogares”, señalan desde la aseguradora francesa.
En concreto, y durante el pasado 2018, la reducción de energía con respecto a 2017 fue de un 23%, porcentaje que pretenden que siga creciendo durante los próximos años. De hecho, será uno de los puntos fuertes del siguiente plan estratégico que está elaborando la compañía bajo la batuta de su consejera delegada, Olga Sánchez.
La reducción de energía en AXA España durante 2018 fue de un 23% respecto a la de un año antes
Un plan que seguirá teniendo como puntos fuertes la reducción del consumo de energía en los centros de trabajo, la digitalización de las comunicaciones a los clientes, la reducción de los desplazamientos por el uso de las nuevas tecnologías, el fomento de medios de transporte menos contaminantes (prevalecerá el uso del tren frente al avión) y la implantación del teletrabajo. También apostarán por la inversión en inmuebles más eficientes, como el de la sede central en Madrid, uno de los pocos en España que cuentan con la certificación Leed Platinum.
“Para compensar todas nuestras emisiones [uso de papel, desplazamientos…], también las de consumo energético de las oficinas, este año vamos a compensar nuestra huella con la plantación de árboles en España”, señalan desde AXA. Acción a la que añadir diferentes iniciativas para cuidar el medioambiente. “Sólo en 2018, más de 500 voluntarios participaron en diferentes actividades relacionadas con el cuidado del planeta, como la limpieza de ríos, bosques, playas y embalses, o la reforestación de árboles y plantas”, añaden
EMISIONES EN AXA
Uno de los hitos que ha conseguido la filial española de la aseguradora francesa durante 2018 fue el de que el 100% de la electricidad gestionada procediese de fuentes renovables, por tanto, libre de emisiones de CO2. “Un hito con el que nos adelantamos siete años al compromiso anunciado en 2017 por el Grupo AXA tras la adhesión a la iniciativa mundial RE100”, señalan desde AXA.
Además de la reducción del consumo energético en un 40% ya reseñada, el consumo de papel en AXA España se redujo en 2018 un 63% (el ahorro conseguido fue de 525 toneladas), y el 97% del papel consumido fue reciclado o de origen certificado (cuando arrancó el plan, allá por 2012, ese porcentaje era del 42%).
En total, la reducción de las emisiones entre 2012 y 2018 ha sido del 68%, pasando de más de 8.300 toneladas equivalentes de CO2, a algo más de 2.600. Las emisiones por el consumo de energía, por su parte, se redujeron un 79%, y las ocasionadas por los desplazamientos en tren y avión un 74%. Por último, las producidas por los desplazamientos en coche de empresa un 26%, y las emisiones por el uso de papel un 68%.
AXA cuenta con un Comité de Inversión Responsable, que tiene en cuenta no poner el foco en sectores controvertido como el armamentístico, y que ha desarrollado una política de inversiones responsables que asigna el capital a activos que abordan temas de sostenibilidad como la energía renovable, la pobreza o la salud. La enseña francesa, por último, ha desinvertido en todas las industrias intensivas en carbono.