Este 30 de abril finaliza el plazo para que Alitalia consiga un socio que permita a la compañía retomar el vuelo. La aerolínea lleva dos años en proceso concursal tratando de encontrar un milagro, ya sea en forma de comprador salvador o de plan que incluya la pócima secreta. Fue aerolínea bandera, orgullo de los italianos, y ahora se juega un futuro aun ligado al Gobierno alpino.
El interés por la compañía aérea siempre ha sido alto. En junio del pasado año, cerca de 18 inversores llegaron a mostrar interés por hacerse con Alitalia o alguno de sus activos tras declararse en quiebra y bajo administración extraordinaria hace dos años. De hecho, llegó a haber hasta 30 candidatos interesados. Sin embargo, nunca se ha producido una oferta que convenza.
De ahí que el Gobierno haya tenido que aplazar hasta en dos ocasiones la puesta en marcha de un plan estratégico. Además, el Ejecutivo italiano también pone trabas. El Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y la ultraderechista Liga no quieren entregar la compañía a un inversor extranjero. Ya en 2008, Silvio Berlusconi impidió la entrada de inversores extranjeros apelando a la pérdida de italianidad de la aerolínea.
No obstante, hay algunas compañías que están a un paso de entrar en el plan. De hecho, Ferrovie dello Stato (FS), el ferrocarril estatal de Italia, anunció en febrero el inicio de una negociación con las aerolíneas Delta y EasyJet para elaborar un plan industrial que relance Alitalia. Según la prensa italiana, FS estaría dispuesta a quedarse con un 30% del capital de la compañía, el Ministerio de Economía entraría en el accionariado con un 15% y la aerolínea estadounidense Delta con otro 15%.
LA MÁS PUNTUAL
Curiosamente, y a pesar de su situación, Alitalia se posicionó como la aerolínea más puntual del mundo en los meses de febrero y marzo, según cifras de la consultora FlighStats. En el segundo mes del año, el 90,12% de los 14.246 vuelos que operó la compañía llegaron en hora, mientras que el mes siguiente lo hicieron un 89,31%.
Además de destacar por cumplir con sus horarios, Alitalia tuvo una época de esplendor colocándose entre las principales compañías aéreas de Europa en un momento en el que las aerolíneas de bandera eran el orgullo de cualquier país. Sin embargo, la empresa abrió las puertas a los inversores extranjeros y todo se torció hasta el punto en que en 2015 la aerolínea perdía 2 millones de euros al día.
El Gobierno de Roma descartó por completo la nacionalización de Alitalia y priorizó su venta para evitar el cierre de la que fuera la aerolínea de bandera italiana. El Ejecutivo italiano concedió de un préstamo de 600 millones de euros cuando Ethiad –que poseía el 49% de la compañía– se negó a seguir inyectando recursos económicos en la italiana.
La situación ha mejorado, pero sigue siendo preocupante. Los ingresos de Alitalia aumentaron un 3,5% en 2018 hasta los 3.070 millones de euros, según reflejan los documentos entregados en una vista parlamentaria. La aerolínea registró el año pasado una pérdida en el beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 120 millones de euros, respecto a los 283 millones perdidos en 2017.