La banca española tiene aún 72.000 millones de euros en activos dudosos

El Banco de España ha mandado un mensaje a las entidades españolas para que mantengan “el impulso actual en la reducción de los activos improductivos”, ya que en septiembre de 2018 representaban en torno a los 72.000 millones de euros.

La Memoria de la Supervisión Bancaria en España 2018, publicada por de BdE, recoge una entrevista a la subgobernadora del organismo público, Margarita Delgado. Una década después de una de las crisis globales más graves de la historia reciente, Delgado indica que “los activos dudosos del sector privado residente se han reducido un 63% desde su máximo a finales de 2013 (190.000 millones de euros)”. Especialmente en 2018. “Los bancos españoles han sido muy activos en la venta de carteras dañadas e inmuebles adjudicados, lo que les ha permitido mejorar la calidad de su activo y ahorrar en costes de gestión”, reconoce.

El camino parece adecuado. Sin embargo, los 72.000 millones pendientes representan lo mismo que la suma de las capitalizaciones bursátiles actuales de BBVA (35.380 millones de euros), CaixaBank (17.424 millones de euros), Bankia (7.345 millones de euros), Bankinter (6.301 millones de euros) y Sabadell (5.202 millones de euros). O lo que es lo mismo, casi la de Santander (69.362 millones de euros).

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»110482″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, incide en este tema en la carta incluida en la memoria. “Los activos dudosos y los inmuebles adjudicados se han reducido significativamente desde sus máximos en 2013 y 2012, respectivamente, gracias a la recuperación económica y a la gestión activa por parte de las entidades, principalmente mediante las ventas de estos activos improductivos, que han sido especialmente relevantes durante 2018”. No obstante, incide Hernández de Cos, “su nivel sigue siendo elevado, por encima del observado antes de la crisis”.

A pesar del “enorme esfuerzo” realizado para superar los problemas derivados de la crisis y de la mejora generalizada del sector, el gobernador del BdE destaca que las entidades españolas se enfrentan todavía a cuatro desafíos importantes: acelerar la reducción de activos improductivos,  reforzar su capital, mejorar su rentabilidad sin relajar los estándares de concesión de crédito, reforzar la reputación del sector evitando conductas inapropiadas, y competir en un nuevo entorno caracterizado por los avances tecnológicos y la aparición de nuevos actores.

UNA ALTERNATIVA, LAS FUSIONES SUPRANACIONALES

Ante un contexto actual marcado por los bajos tipos de interés, con bancos trabajando en rentabilidades por debajo de su coste de capital y con estructuras de costes muy pesadas, Margarita Delgado apunta a las fusiones como “una alternativa clara para mejorar la rentabilidad y ganar en eficiencia”. Eso sí, la subgobernadora resalta que “el papel del supervisor no es decidir qué fusiones son deseables y cuáles no, sino valorar en qué medida una nueva entidad, resultante de un proceso de fusión, tiene como base un modelo de negocio sólido y genera valor en su conjunto”.

En España, desde 2009 solo ha habido fusiones entre entidades nacionales. El ejemplo más claro es Bankia, con la integración de diez cajas, pero hemos visto operaciones con Santander, BBVA, Unicaja, Ibercaja, Sabadell, etc. En opinión de Margarita Delgado, “a medida que avancemos en la Unión Bancaria no sería descartable que se produjeran fusiones transfronterizas en esta área, lo que favorecería claramente una mayor integración financiera en Europa”.

Las ratios de capital de los bancos españoles siguen presentando niveles “claramente” inferiores a los de sus competidores europeos pese a los niveles de apalancamiento bajos y los esfuerzos de los últimos años. Por todo ello, la subgobernadora insiste en que “resulta fundamental que las entidades continúen reforzando su capital, tanto aumentando su volumen como mejorando la calidad”. «Los bancos necesariamente deben evaluar y adecuar su estrategia y su modelo de negocio con vistas a fijar objetivos de medio y largo plazo que les permitan generar resultados recurrente«, finaliza Margarita Delgado.