miércoles, 11 diciembre 2024

Superar los 5.500 trasplantes al año, objetivo de la ONT para 2022

Tras 27 años ininterrumpidos de liderazgo, el modelo español de trasplantes sigue pulverizando todos los récords. En el primer trimestre de 2019, y en comparación con el mismo periodo del año pasado, la donación de órganos aumentó un 11% y los trasplantes, un 10%. Cifras incontestables que, para Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), no deben llevar a la autocomplacencia: “Ha costado mucho llegar hasta aquí”, recordó.

Beatriz  Domínguez-Gil protagonizó el ‘Foro Salud’ organizado por Nueva Economía Forum con motivo del Día Nacional del Trasplante (27 de marzo). Un evento en el que quien fuera exdirector de la ONT, Rafael Matesanz, introdujo a su sucesora en el cargo como “la mayor experta en donación de órganos”.

En el encuentro, detalló los motivos del éxito español, los retos de cara al futuro -la sostenibilidad de ese sistema tan exitoso- y algunas de las cuestiones que más preocupan a la organización: el tráfico de órganos o el turismo de trasplantes y la necesidad de que España lidere también las investigaciones en el ámbito de los trasplantes, algo que, recordó, actualmente no sucede.

“El ciudadano español es el que más opciones tiene de trasplantarse cuando lo necesita”

Recordó también el convenio firmado con la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) y señaló que la incorporación de la sanidad privada al sistema español “persigue el objetivo de ofrecer la opción de donación a todo paciente que fallece en condiciones de serlo”, ya sea en un centro público o privado. Las donaciones de órganos y tejidos desde la sanidad privada podrían aumentar entre un 5% y un 10%, puntualizó.

DATOS DE ACTIVIDAD DE TRASPLANTES

“Nuestro país no solo se ha caracterizado por realizar muchos trasplantes, sino también por hacerlos muy bien”, señaló la directora de la ONT al hacer balance de la actividad en España. Apuntó que es el país que ha registrado una mayor actividad de trasplante al superar en los últimos años los 110 pacientes trasplantados por millón de población (pmp), muy por encima del resto de países del mundo. «La mayor parte de trasplantes se realizan con órganos de personas fallecidas», dijo.

En 2018, España registró 48 donantes por millón de población (pmp), frente a la tasa de 31,7 pmp de Estados Unidos en 2017; 22,3 pmp del conjunto de la Unión Europea, o 9,7 pmp de un país como Alemania. “El ciudadano español es el que más opciones tiene de trasplantarse cuando lo necesita”, subrayó.

El sistema español, precisó, “ha salvado y mejorado” la calidad de vida de más de 115.000 pacientes trasplantados de órganos y de más de 500.000 pacientes que se han beneficiado de un implante de tejidos o células humanas. Pero, además, ha traspasado fronteras gracias a un “sólido programa” de cooperación internacional.

ESCASEZ DE ÓRGANOS

El gran problema, apuntó Dominguez-Gil, la escasez de órganos para trasplante: a nivel mundial, se realizan cada año alrededor de 136.000 trasplantes, que apenas cubren el 10% de las necesidades que existen. “Una donación que permite tres trasplantes supone 31 años de vida ganados, cifra que alcanza los 56 años cuando hace posible 6 trasplantes”, afirmó la directora de la ONT.

Pese a cifras tan exitosas, la directora de la ONT advirtió que la necesidad de trasplante, especialmente renal, seguirá aumentado en los próximos años. Se remitió al primer trasplante renal que tuvo lugar en España. Se realizó en el Hospital Clinic de Barcelona en 1965. Entonces, indicó, este tipo de intervención sonaba a utopía. Actualmente, señaló, el trasplante de órganos es una técnica habitual en más de cien países de todo el mundo.

En el caso del trasplante renal, abundó, es además coste-efectivo en comparación con otros tratamientos: en España, cinco años de tratamiento con un trasplante renal suponen un ahorro por paciente de 160.000 euros en comparación con la hemodiálisis y de 90.000, en comparación con la diálisis peritoneal.

“Recordemos que los pacientes que necesitan tratamiento sustitutivo renal representan el 0,3% de la población española y consumen el 3% del gasto sanitario”, precisó Domínguez-Gil. En trasplante renal, reseñó que en este primer trimestre del año, se ha recurrido a donante vivo en el 10% de los casos. Las mujeres, las que más donaciones en vivo realizan. Puntualizó que desde que se creó el programa de trasplante renal cruzado, ya se han llevado a cabo 215 trasplantes en los que participaron 15 donantes.

La máxima representante de la ONT también desveló que probablemente en este 2019 reciban la primera petición para realizar un trasplante de útero en España, algo que conocen de forma extraoficial. Cuando eso suceda, matizó, el comité de ética asistencial del hospital que lo solicite, deberá valorarlo junto a la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. Por ahora, “genera dudas”.

EL FUTURO

“Mantener y aumentar la disponibilidad de órganos continúa siendo una necesidad de nuestro sistema”, subrayó Domínguez-Gil que se refirió al Plan 50×22 de la ONT, cuyo objetivo es, precisamente, llegar a los 50 donantes pmp y superar los 5.500 trasplantes anuales.

Sobre la mesa puso dos temas que le preocupan especialmente: el tráfico de órganos y el turismo de trasplantes. En el primer caso, avanzó que ha recomendado a la Organización Médica Colegial (OMC) de manera oficial la modificación de su código deontológico “en el sentido de que el médico esté obligado a revelar el secreto profesional en casos de tráfico de órganos”.

En el desayuno organizado por Nueva Economía Forum, la directora de la ONT desveló que en España se han producido dos intentos frustrados de tráfico de órganos. Rescató el caso de Eric Abidal, exjugador del Barcelona, actualmente en fase de investigación judicial, en el que la ONT figura como acusación particular. El futbolista recibió el hígado de un familiar suyo en 2012. Aunque para Domínguez-Gil se trató de un caso aislado, es importante que el asunto se haya reabierto.

Sobre el turismo de trasplante, el acceso de pacientes de otros países a las listas de espera por no poder optar a esta terapia en sus países de origen, sitúa a España como “carne de cañón”, por su sistema público de salud y su gran actividad en trasplantes, como “destino de pacientes desesperados”.


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