Naturgy nombrará un CEO: Reynés quiere un killer para un ERE y vender activos

Naturgy busca consejero delegado. El presidente de la compañía, Francisco Reynés, ha puesto en conocimiento de CVC Capital Partners y Global Infraestructure Partners (GIP) –los fondos de inversión que tienen más peso en el capital, junto con la Fundación Bancaria La Caixa– que en los próximos meses se propondrá al consejo de administración el nombramiento de un CEO.

El presidente quiere que el elegido sea un hombre de la casa que le libere de una parte de sus responsabilidades ejecutivas y que continúe con la senda de los recortes de personal y la venta de activos.

Un portavoz oficial de Naturgy desmiente “la búsqueda o nombramiento de un CEO, la venta de activos de Chile o la presentación de un ERE en la compañía ahora o en el futuro”, pero fuentes financieras que conocen de cerca los planes de Reynés confirman a  MERCA2 que la designación del CEO está sobre la mesa y que la decisión ha partido del propio directivo mallorquín, que está a punto de cumplir un año como presidente ejecutivo tras su precipitada salida de Abertis.

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Quieren que el nuevo CEO sea un killer capaz de liderar y asumir la responsabilidad de realizar nuevos ajustes de plantilla y cerrar las desinversiones pendientes. La excusa para su nombramiento será que Naturgy quiere cumplir con los mejores estándares de gobierno corporativo separando la figura del presidente y del primer ejecutivo, pero la realidad es que Reynés quiere un CEO que se encargue de la reducción de tamaño del grupo planeada para los próximos años”, indican las fuentes consultadas.

Aunque oficialmente Naturgy promete que seguirá apostando por el crecimiento inorgánico mediante inversiones relacionadas con las energías renovables –como las realizadas recientemente en México, Brasil y Australia– la estrategia en realidad pasa por centrarse en la parte del negocio regulado para así poder garantizar a los accionistas la rentabilidad y reducir al máximo el riesgo.

“Las compras de activos en renovables no formarán parte del negocio core de Naturgy en el futuro, sino que van a servir simplemente como inversiones financieras con las que hacer caja cuando sea necesario para cuadrar las cuentas en los próximos ejercicios y asegurar así que hay beneficios suficientes para remunerar a los accionistas”, concluyen las fuentes consultadas.

¿NATURGY SE ESTÁ DESCAPITALIZANDO?

La clave de la estrategia de la antigua Gas Natural Fenosa es que Reynés se ha comprometido a repartir 6.900 millones de euros en dividendos hasta 2022, añadiendo además la promesa de recompra de acciones por otros 2.000 millones. Esta ha sido la palanca que ha impulsado la cotización de los títulos del grupo, con un repunte del 35% en el último año. Es la empresa del Ibex, junto a Ence, que mejor se ha comportado en el periodo.

Para mostrar que cumplirá su promesa, el todavía presidente ejecutivo de Naturgy ha ligado los bonus de los directivos a la consecución de esta lluvia de dividendos. Reynés cobrará 12,5 millones de euros adicionales a su sueldo si logra el objetivo cuando concluya el plan estratégico 2018–2022, cantidad que está recogida en el nuevo esquema de remuneración a largo plazo de los altos cargos del grupo puesto en conocimiento de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

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Por eso en los últimos meses Naturgy ha pisado el acelerador de su reducción de costes, un procesoen el que destacan dos objetivos sobre el resto: reducir la partida destinada a recursos humanos y hacer caja mediante la venta de activos. Es lo que los accionistas pidieron al anterior CEO, Rafael Villaseca, y que el directivo catalán se negó a ejecutar para evitar lo que el consideraba una descapitalización de la empresa.

EL MERCADO ESPERA UN ERE Y LA VENTA DE LA FILIAL CHILENA

En el primer ámbito, el del ajuste de plantilla, el grupo energético ha comenzado por realizar prejubilaciones, una vía que ya empezó a utilizar antes de la llegada de Reynés pero que ahora es más ambiciosa. Con esta y otras medidas de control de costes corporativos el grupo pretende reducir los gastos anuales en 500 millones de euros anuales, aunque podría ser una cantidad más elevada si es necesario que recortar más empleo para cumplir el ambicioso plan de dividendos.

Por eso el mercado espera que la compañía anuncie un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en los próximos meses, que será gestionado por el nuevo CEO tras su llegada su se cumplen los planes de Reynés.

Además de esta “optimización y eficiencia en la operación” –que es como describe el presidente el adelgazamiento laboral de Naturgy– el gran reto que tendrá el nuevo consejero delegado será el de afrontar las desinversiones pendientes, poniendo especial foco en los activos de Chile.

Este país ha dado numerosos quebraderos de cabeza al grupo español desde que decidió tomar en 2014 el control de la mayor distribuidora de gas y electricidad del país, CGE, desembolsando 2.550 millones de euros. Aunque el tamaño total de la operación alcanzó los 6.000 millones de euros al incluir la deuda consolidada de CGE y la participación minoritaria de sus filiales.