El sistema energético español se ha convertido en una pequeña casa de locos: cada uno con su tema. Justo en la semana en que Endesa e Iberdrola han mostrado, de nuevo, su incapacidad para aclarar el futuro de las nucleares; EDP España se aleja de esta polémica, en la cual se siente un “actor secundario”, y centra sus prioridades en las centrales térmicas -tanto de gas como carbón-.
Además, manda un recado al Gobierno, sea cual sea su color tras las elecciones, y le invita a que la recaudación del “impuesto al carbón”; es decir, lo que se grava por las emisiones de CO2, se redirija hacia acciones concretas sobre la transición energética (o aumento de la capacidad industrial) en vez de que vaya al grueso de los Presupuestos Generales del Estado.
La disyuntiva surge a raíz de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya elevado la ambición en los planes de transición energética con respecto a la capacidad de renovables y la reducción de emisiones. Así, el CEO de EDP España, Rui Teixeira, ha comentado en encuentro con la prensa que le parece bien tener ambición, pero le gustaría saber por qué y, lo más importante, si con la parte correspondiente a la recaudación por emisiones se va a hacer algo concreto.
Teixeira es muy claro al respecto. Estima que si la recaudación se afronta como un impuesto normal, la redistribución no tendría un impacto sobre la sociedad de ninguna manera. Sin embargo, si dicho derecho de emisiones se destina a regeneración industrial, y no necesariamente del sector energético, podría alcanzarse un impacto directo en la creación de empleo.
EL PRECIO DE QUE LAS COSAS FUNCIONEN
El interés de EDP España, más allá de las nucleares, se centra en los ciclos combinados y las térmicas. Por eso ha realizado otra reclamación al futuro Gobierno. En concreto ha pedido al Gobierno que defina un mercado de capacidad para estas dos tecnologías encargadas de dar respaldo a las renovables en la transición energética, que permita a los operadores mantener estas plantas en funcionamiento.
Así, Teixeira ha asegurado que los ciclos están diseñados para trabajar 6.000 horas y están funcionado en torno a las 1.000 horas, por lo que hay un conjunto de costes que el operador tiene fijos para mantener la planta abierta durante todo el año. Por ello, ha señalado que es necesario generar ese incentivo para que los operadores puedan mantener las centrales abiertas, aunque no estén funcionando, y garantizar así el índice de cobertura de la demanda «en niveles confortables».
El directivo indicó que este desarrollo de un mercado de capacidad está más adelantado en otros países de Europa, y que en España y Portugal se va más «retrasado», siendo necesario avanzar en ello para generar la competencia entre los agentes y que, según esa competencia, se logre un ingreso que permita soportar los costes.
EPD, SIN MIEDO A LA COMPETENCIA
Al margen de repasar la actualidad, sobre todo térmica que es donde EDP España tiene más intereses en estos momentos, el CEO de la compañía también se ha referido a la competencia que hay en estos momentos dentro del sector.
La llegada de nuevas empresas al sector no hará que los precios bajen
En este sentido, Teixeira asegura que durante los próximos meses veremos a las petroleras, Repsol y Cepsa, muy activas en el mercado eléctrico. Aunque el directivo de origen portugués ha sido muy contundente sobre la presión: “Da lo mismo qué hagan los que vengan, mantener la delantera depende de las eléctricas, que somos las que mejor conocemos el sector”.
Por el lado del consumidor, el máximo responsable de la filial portuguesa ha manifestado que los precios no se moverán mucho pese a la llegada de nuevos competidores. De hecho, matiza que el resultado del actual mercado se debe a los que hay ahora mismo, por lo que estima que no se darían precios a la baja. Como mucho, sí asume que habrá usuarios que cambien de compañía ante el auge de las comercializadores de bajo coste, pero más allá de eso prevé pocos cambios en este sentido.