Una Startup es un concepto que se utiliza para definir a una empresa de nueva creación, o que todavía no ha llegado a crecer, pero en la que las expectativas son buenas para que sigan creciendo. La principal diferencia con una Pyme Convencional es que la Startup es escalable; se puede adaptar mejor a las necesidades del mercado (introduciendo cambios si procede), y crece de una forma mucho más rápida.
En Emprendepyme.net puedes saber más sobre el concepto, además de conocer algunos ejemplos.
Uno de los métodos que mejor funcionan a la hora de iniciarnos con una Start up es el Lean Startup. En las siguientes líneas lo detallamos, ya que te puede ser de mucha utilidad.
¿En qué consiste el método Lean Startup?
Este método funciona según un proceso compuesto por 3 técnicas: te permitirá comenzar de una idea a una empresa ya constituida, en mucho menos tiempo de lo que te imaginas, y siempre adaptado a cualquier tipo de usuario.
La gran ventaja de la metodología Lean Startup es que nos permite conseguir una alta retroalimentación con el cliente potencial, permitiéndonos desarrollar el producto rápidamente, y de manera segura.
Pasos para iniciar el método
Establecimiento de técnica a seguir
Hay 3 técnicas en las que se basa el método.
- Customer Development: Recopilamos la información que nos llega por parte del cliente y la usamos para crecer.
- Canvas (modelo de negocio): Esta técnica se basa en contestar a las preguntas habituales (del estilo “¿Qué?, “Cómo”, “¿Quién” y “¿Cuánto?”). Se utiliza un lienzo, se divide en 9 partes y se van trabajando con ideas para llegar a la versión final.
- Scrum (Técnicas ágiles): Son procesos rápidos que incentivan la comunicación y permiten el desarrollo de ideas. La idea es que el negocio crezca rápidamente, en el mínimo tiempo posible.
Planteamiento de la hipótesis
Buscamos la necesidad que queremos resolver y determinamos el motivo de porque el cliente pagaría por ello. La idea es conocer si realmente tenemos algo entre manos, si hay un niño de mercado disponible.
Validación
Cuando conozcamos la hipótesis, tendremos que asegurarnos de que el producto realmente le va a interesar al cliente. Podemos ayudarnos de la elaboración de unos primeros prototipos.
Medición
Necesitamos definir métricas o KPI’S para saber si vamos a ser capaces de cumplir con los objetivos.
Aprendizaje
Si, una vez que hemos terminado con los pasos anteriores, no hemos aprendido nada, tan solo habremos perdido el tiempo. Por ello, utilizaremos este punto como “descanso” para poner de manifiesto el aprendizaje y para ser sinceros sobre si realmente vale la pena seguir con la idea, o bien la descartamos.
Repetimos el proceso
Ya tenemos lo que se conoce como un PMV (siglas de producto mínimo viable), así que ahora volvemos a pasar por el ciclo de nuevo, ya solo sea para asegurarnos.
Y este es el procedimiento que se debe seguir si se desea aplicar la metodología Lean Startup.