Lejos del ruido y aparatados del lugar de trabajo. Los directivos de numerosas empresas con sede en Madrid se han apuntado a la moda de celebrar convivencias de trabajo fuera de la ciudad. Se trata de reflexionar, alinear la cultura empresarial y convivir en un ambiente distendido. La nueva ola del empleado feliz se extiende entre las compañías con sede en la capital, donde se concentra el 90% de las grandes empresas de nuestro país. Pero si hace poco tiempo los lugares preferidos para celebrar las denostadas convenciones no pasaban de los municipios cercanos a la capital, los ejecutivos han cambiado sus gustos y el destino de sus concentraciones empresariales han virado hacia Asturias.
El Hotel Las Caldas Villa Termal, en Oviedo, es uno de los que más directivos madrileños acoge a lo largo del año, especialmente antes del verano. En este último, el 70% de la ocupación en esta modalidad ha procedido de empresas de Madrid, seguidas de las del País Vasco. Y es que no es casual que ambas comunidades autónomas concentren mucho del talento de nuestro país, una cuestión que ocupa y preocupa cada vez más a los CEO de las compañías, empeñadas en retener a los empleados más brillantes, especialmente a los más jóvenes que cambiarán hasta once veces de empresa a lo largo de su vida profesional.
Una vez descubierto que mejorar el compromiso con la empresa, el trabajo en equipo y la empatía es rentable y productivo, las corporaciones buscan contar con esos trabajadores felices que se vinculan con la compañía y llegan a tener hasta un 65 más de energía. Aunque aún no son una mayoría las que invierten en este cambio de hábitos, las compañías empiezan a darse cuenta de que la cohesión, el trabajo en equipo y el buen humor son una buena inversión.
En esta línea, Las Caldas se ha convertido en uno de los lugares favoritos de los directivos para huir del estrés y las obligaciones. Su balneario es uno de los atractivos para relajarse tras las sesiones de puesta en común empresarial pero no es la única alternativa para adquirir nuevas habilidades. Las actividades de team building y todo tipo de opciones deportivas en plena naturaleza son también utilizadas para ayudar a tener una plantilla motivada.
ALTERNATIVA PARA DESCONECTAR
Asturias siempre ha sido alternativa para desconectar. A sus buenas temperaturas, excelente gastronomía y pueblos con encanto se suma Las Caldas, un pequeño municipio a ocho kilómetros de Oviedo donde se encuentra este hotel convertido en pocos años en lugar de concentración de deportistas, artistas e intelectuales y al que ahora se ha sumado una amplia delegación de empresas madrileñas que ya no sólo celebran sus tradicionales encuentros anuales si no que buscan en un entorno natural medir el nivel de felicidad de sus empleados a través de la generación de emociones positivas, reducción de estrés y autoconocimiento.
Desde que en 2008 fue visitado por los Reyes de España antes de asistir a los Premios Príncipe de Asturias, este exclusivo balneario no sólo ha sido el elegido por importantes deportistas para el descanso o la recuperación si no que el cine también ha sido protagonista en este enclave. En 2002 se grabó la película Historia de un beso, de José Luis Garci después de rodar en el mismo lugar escenas de la serie Los Jinetes del alba. Ahora, el sector empresarial también elige Las Caldas. Y es que el palaciego balneario construido a finales del siglo XVII es un destino exclusivo y placentero donde el lujo se respira por el mero placer del disfrute.
Desde 2003 ha ido ampliando servicios y mejorando hasta poder presumir hoy de ofrecer un concepto del bienestar único ya que integra en un mismo lugar salud, deporte, gastronomía y bienestar. Todo ello, combinado con un impresionante entorno natural que proporciona un destino perfecto también para la organización de eventos y convivencias.
A escasos kilómetros de Oviedo, rodeado de montañas y naturaleza, el huésped se encuentra con un balneario histórico reconvertido con modernas instalaciones, una mezcla perfecta para disfrutar de las técnicas y tratamientos corporales y de su agua mineromedicinal así como de los espacios adecuados para todo tipo de convenciones.
Cuenta con tres áreas palaciegas diferenciadas: el Manantial, con sus piscinas de contraste y relajación, sus jacuzzis y sus circuitos; la Sala de Columnas, un espacio abovedado absolutamente exclusivo, y la zona Beauty y Wellness, con sus 25 cabinas para recibir todos los tratamientos que uno pueda imaginar.
Gracias al equipo médico y de nutricionistas, se puede disfrutar de todo tipo de programas personalizados para llevar a cabo una vida saludable: adelgazamiento, detox o alimentación equilibrada.
El Gran Hotel Las Caldas ofrece todos los servicios de un cinco estrellas con el valor añadido de su aire aristocrático. Al lado de sus dos siglos de historia y unido por su impresionante pasarela de hierro forjado de 1899 se encuentra el Enclave, un moderno cuatro estrellas con 77 habitaciones -dos menos que el Gran Hotel- desde cuyas habitaciones con terraza se puede disfrutar de unas vistas impresionantes: verdes prados, la sierra del Aramo y los hermosos caminos que rodean Las Caldas. También se puede practicar el golf, el senderismo, el running o el ciclismo, otro de los atractivos que ofrece un entorno único.
Pero si el huésped prefiere disfrutar de las instalaciones tiene a su disposición también el moderno Aquaxana, donde tiene el privilegio de desconectar inmerso en las diferentes zonas de hidroterapia o simplemente disfrutar de un espacio de agua, luz y sonido en la piscina de La Cúpula, inspirada en las de la antigua Roma. Rodeando el espacio, miradores, jardines y terrazas desde donde contemplar prados verdes infinitos.