Esta semana, Mikhail Fridman lanzó una opa a través de su grupo LetterOne para adquirir el 70,999% del capital social de la cadena de supermercados DIA por 296 millones de euros (a un precio de 0,67 euros por acción). De aceptarse, entraría en juego un plan de rescate que podría cambiar la situación de los franquiciados de la cadena, algo que esperan como agua de mayo.
El plan de rescate de Fridman está basado en seis pilares: una nueva propuesta de valor comercial; reajuste de precios y promociones; una estrategia de red de tiendas adecuada; reclutar nuevo liderazgo y desarrollar el talento interno; mejorar la ejecución de operaciones minoristas; e invertir en la marca y en marketing. Entre las medidas estrella, el magnate ruso espera mejorar el modelo de franquicia de la cadena.
Una medida que la asociación de afectados por franquicias de supermercados de DIA (Asafras) ve con buenos ojos siempre y cuando “mejore el modelo” y “expliquen qué es lo que quieren hacer”, afirma a MERCA2 el portavoz de la asociación, Alberto Rodríguez. De momento se desconoce los detalles de los cambios que se producirían en el modelo.
De hecho, a última hora de la noche del miércoles, el Consejo de Administración de DIA constata la alineación con estos planes, según un comunicado emitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Sin embargo, no emitirá una opinión hasta que no se autorice la oferta y se publique el folleto explicativo.
El magnate ruso espera mejorar el modelo de franquicia de la cadena a través de su plan de rescate
Si bien es cierto, la opa lanzada, en un principio, “no nos afecta lo más mínimo en Asafras. No cambia nuestra forma de actuar ya que los problemas de los franquiciados siguen existiendo”, apuntan. De hecho, el portavoz recuerda que todavía existen procesos judiciales abiertos “por estafa y engaño” a los franquiciados contra la cadena de supermercados. Procesos, algunos, que se iniciaron en 2008. En total, especifican que son más de 600 afectados, aunque solo 240 estén inscritos en la asociación.
De hecho, dada la situación económica de DIA, desde Asafras denuncian que se está produciendo «un éxodo de franquiciados» de la compañía desde Navidad. “Las noticias que están saliendo en los medios de comunicación y las auditorias que destapan agujeros están detrás de esta salida de franquiciados”, alega el portavoz. Hecho que desmienten desde DIA. «No hemos visto ningún cambio significativo más allá de la habitual rotación en franquicias», afirman.
DIA cuenta con 7.388 tiendas a nivel global a cierre de 2017 (los datos más actualizados), de las cuales 3.785 están en régimen de franquicia. En España hay 2.170 franquicias de los 4.713 establecimientos en total.
UN PLAN A DIEZ AÑOS
L1 Retail –la división de comercio minorista de LetterOne– será la encargada de poner en marcha el plan de transformación integral. Stephan DuCharme, Karl-Heinz Holland y Sergio Antonio Ferreira Dias son los tres hombres de confianza del magnate ruso para dirigir las principales líneas. Se trata de un plan que durará, como mínimo, 10 años, y condicionado a la aprobación de la opa.
“No se puede considerar a LetterOne Investment como un fondo porque están invirtiendo a un plazo de diez años”, explican fuentes de la compañía a MERCA2. Eso quiere decir que necesitarán cinco años para transformar a DIA en un líder en el mercado español; mientras que los otros cinco años restantes servirán para consolidar. A partir de ahí, Fridman estudiarán si seguirán al frente de DIA o no, según dichas fuentes.
El plan de rescate durará, como mínimo, 10 años, y condicionado a la aprobación de la opa
Desde LetterOne aseguran que el plan no trata de convertir a DIA en el modelo que ha llevado a X5 al éxito, sino que aplicarán un plan acorde a las características del mercado español.
Además de mejorar el modelo de franquicia, las líneas estratégicas de Fridman contemplan la gestión activa de ubicaciones y formatos de tiendas, optimizar los formatos, reinventar la fidelidad más allá del cupón de precios, renovar la marca DIA, reducir y reutilizar las promociones para mejorar la percepción de los precios, convertirse en el líder del mercado en alimentos frescos e instalar una nueva relación de colaboración con los proveedores para crear asociaciones a largo plazo.
La ampliación de capital de 500 millones de euros anunciada también está condicionada al visto bueno de la operación de compra y al acuerdo con los acreedores.
De hecho, en el comunicado emitido este miércoles pasado, DIA informó al mercado que sus principales acreedores sindicados le han notificado sujeto a ciertas condiciones (como el desembolso de un aumento de capital con derechos de suscripción preferente por un importe de 600 millones de euros), su respaldo indicativo a una prórroga de la fecha de vencimiento final de sus actuales líneas de financiación sindicadas que permanecerán por un importe de 765 millones de euros, hasta marzo de 2023 (sujeto a la obligación de amortización anticipada de hasta 100 millones de euros con cargo al producto de la venta de los activos no estratégicos Clarel y Max Descuento).