Los gestores españoles han dictado sentencia contra la banca. El fuerte correctivo que acumulan las entidades en los últimos doce meses ha acabado con la paciencia de los fondos españoles, que han retirado del sector hasta un 36% -cerca de 1.000 millones de euros- del dinero que mantenían invertido en ella.
Los casi 1.640 millones de euros que a cierre de 2018 tenían los fondos españoles invertidos en la banca es una de las cifras más bajas en la última década. Además, supone un serio toque de atención para los directivos bancarios, puesto que la cifra siempre se había movido en torno a los 2.500 millones. De hecho, a 30 de septiembre de 2018 los gestores españoles tenían 2.420 millones, mientras que a principio de ese año sumaban 2.597 millones.
La banca española sufrió una serie de contratiempos a lo largo del año pasado que han ido colmando la paciencia de los inversores. La fuerte retirada de capitales en el último trimestre coincidió con la incertidumbre que causó la polémica judicial acerca de si serían las entidades o los clientes los que debían abonar el Impuesto sobre las Hipotecas. Una situación que no se solucionó de la mejor manera para los bancos, puesto que serán estos mismos quienes deberán sufragar dicha tasa.
La rentabilidad que presentan en su gran mayoría no alcanza su coste de capital que está situado en la franja que va del 8% al 10%
A pesar de la inestabilidad creada por el conflicto judicial, el principal lastre para las entidades ha sido sus problemas para crear valor para los accionistas. En términos financieros el valor de una empresa se crea cuando ésta es capaz de obtener una remuneración sobre el capital invertido mayor que el coste para obtenerlo. En el caso de los bancos la rentabilidad que presentan en su gran mayoría no alcanza su coste de capital que está situado en la franja que va del 8% al 10%, por lo que pese a las grandes cifras que presentan realmente están perdiendo valor.
De hecho, la rentabilidad (medida en relación a sus fondos propios, que se denomina ROE) que han obtenido las entidades en el 2018 explica a la perfección las salidas de capital que han tenido cada una de ellas. Banco Sabadell no solo fue la entidad que peores resultados obtuvo en el periodo anterior con un ROE del 2,6%, sino que también es la que ha sufrido una mayor fuga de inversores, ya que los fondos redujeron su exposición en un 76%. La firma catalana presentó unas cuentas decepcionantes que le han llevado hasta mínimos históricos y han provocado que los gestores españoles salgan en tromba de él.
La siguiente firma que más ventas por parte de los fondos sufrió fue Bankia, que a su vez también fue la segunda que peor registro de rentabilidad obtuvo con un 5,6%. Los gestores españoles vendieron posiciones por hasta 120 millones de euros de los 194,4 millones que tenían en el tercer trimestre, lo que supone una salida del 61%. Tras la entidad presidida por Ignacio Goirigolzarri se sitúo Caixabank con un Roe del 7,7% y del que los fondos españoles han retirado un 40% de la inversión que mantenían.
En cuanto a volumen de ventas por parte de los fondos el líder indiscutible fue Banco Santander, ya que de los 1.012 millones que tenían los gestores españoles invertidos en la firma en el tercer trimestre pasó a 741 millones en el último, una caída cercana al 30% menos. A su vez, la firma presidida por Ana Botín obtuvo una rentabilidad del 8,21% lo que la sitúa por encima de las anteriores. Aunque ha sido BBVA la que menos salidas ha registrado, en porcentaje, con un 25% y también fue la que mejor rentabilidad obtuvo con un ROE 11,6%.
Por el lado contrario, el buen resultado de Bankinter en este apartado con un 13,19% le permitió incrementar levemente el capital invertido en la entidad. En concreto, en el último trimestre los fondos españoles tenían invertido en la entidad naranja hasta 94,4 millones de euros frente a los 92 del trimestre anterior. Los 94,4 millones actuales es la cifra más alta en todos los trimestres anteriores y pone de relieve que los gestores españoles no quitan el ojo de encima a las cuentas de las firmas bancarias.
LA BANCA SIGUE LEVANTANDO DUDAS
La fuerte salida por parte de los fondos españoles del sector bancario se está confirmando en los últimos días como una decisión acertada, ya que las entidades siguen siendo el principal foco de dudas en los mercados. De hecho, en lo poco más de un mes que llevamos de 2019 las caídas acumuladas de algunos de ellos ya son importantes: Bankia se deja un 5,4%, Caixabank un 7,91% y Banco Sabadell hasta un 13,4%.
El principal riesgo que ven los analistas de cara al futuro se debe al enfriamiento de la economía de la zona euro, ya que «el sectorial bancario es un sector cuyo negocio se ve muy expuesto a los ciclos económicos y se enfrenta a una serie de dificultades», explica Sergio Ávila analista de IG. En concreto, el analista recalca la contracción de Italia (-0,2%) y la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento de Alemania desde el 1,8% hasta el 1%.
El parón de la economía no solo penaliza a las entidades debido a la caída de la actividad de su negocio, sino que también podría hacer que el BCE (Banco Central Europeo) se replantease el hecho de subir tipos. Por el momento, en EEUU la Reserva Federal se ha mostrado paciente respecto a la subida de tipos, si las autoridades bancarias del regulador proponen una actitud similar supondría una penalización aún mayor para los bancos.
Todo ello ha llevado a que la banca de inversión haya puesto el foco en las entidades españolas, y las hayan recortado el precio objetivo. Este mismo lunes 4 de febrero Kleper, USB y JP Morgan redujeron el precio objetivo de las acciones de Caixabank. La entidad suiza junto al Deutsche Bank también han recortado el precio a Banco Sabadell. Unos días antes, el 30 de enero, USB rebajó el precio objetivo de Banco Santander y un día antes JP Morgan y Morgan Stanley le recortaron a Bankia.