Marcas blancas que no debes comprar

Vale, las marcas blancas hacen que te ahorres un buen dinero en la cesta de la compra. Tú vas al supermercado en cuestión y piensas: A ver, si compro tal producto de marca original me costará mucho más dinero. Y si compro el genérico me ahorraré mucho, y el sabor y calidad son muy parecidas. Sí, vaya por algo es una cosa que las grandes cadenas han estudiado muy bien.

Para que tú, querido consumidor esté tan a gusto comprando las marcas blancas. Pero, ¿qué pasa, si piensas todo lo contrario? Que aunque te ahorres un dinero, te lo están quitando por otro lado. Adelante marcas blancas que no debes comprar.

El queso de marcas blancas

Marcas blancas

Haz caso a los mayores y no se te ocurra nunca comprar un queso que no parece queso. Hoy en día la industria añade toda clase de aditivos a los quesos. Para precisamente eso, que parezca queso sin serlo. El queso de marcas blancas es uno de los productos que no debes comprar. Quizá algunos supermercados cuiden este queso de marca genérica. Pero, otros no cuidan nada a sus proveedores y pueden servirte cualquier cosa. El queso cuando lo es realmente, no sólo sabe bien, sino que nutre mucho.

Hay un lema en la fabricación de productos alimenticios que dice: Sírvele al consumidor el mínimo producto viable. Esto quiere decir que para abaratar costes, lo primero que hace la industria es un truco. El truco de preguntarse: ¿Qué hace que un queso sea queso? Y respondiendo a eso, ponen el mínimo de ingredientes legales para que aquello que sirven pueda llamarse “queso”. No te extrañe que en alguna marca blanca pongan hasta fécula. Se suele utilizar en este tipo de lácteos para dar consistencia.