Barclays se enfrenta a posibles sanciones millonarias en Estados Unidos por supuestos acuerdos oscuros con Catar durante la crisis de 2008 que puso en riesgo la viabilidad del banco inglés.
Para evitar un rescate tras el estallido de la crisis financiera, la entidad británica acudió a Catar hace diez años. Recibió ayudas por valor de 15.000 millones de dólares (casi 13.150 millones de euros), la mitad procedentes del país de la península arábiga. Las autoridades norteamericanas investigan si a cambio el banco concedió al pequeño estado un préstamo secreto de 3.000 millones de dólares (algo más de 2.600 millones de euros) y un servicio de asesoría valorado en 322 millones de libras (algo más de 370 millones de euros).
El Departamento de Justicia de Estados Unidos y la SEC (Securities and Exchange Commission) consideran que tienen jurisdicción en este asunto, incluso aunque los supuestos sobornos se cometieran fuera de este país. Las American Depositary Shares del banco británico se negocian en la bolsa de USA, lo que otorga potestad legal a las autoridades del país americano para actuar bajo la posible violación de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (Foreign Corrupt Practices Act). Por este motivo, las autoridades norteamericanas pueden solicitar multas en torno a los 100-200 millones de libras (115-230 millones de euros) que sus colegas británicos buscaban para resolver el asunto, según los analistas de Bloomberg.
Esa jurisdicción se aplicaría ahora, aunque la Serious Fraud Office (SFO) de Reino Unido fue incapaz de presentar cargos contra el banco en octubre por esas mismas transacciones con el país árabe. No está claro por qué los cargos del SFO contra el banco se desestimaron en 2018, lo que dificulta la evaluación de si el motivo a juicio es probatorio o no. Sin embargo, existe una gran posibilidad de que la Autoridad de Conducta Financiera de Reino Unido vuelva a abrir la investigación sobre el banco.
De todas formas, el último análisis de Bloomberg estima que es poco probable que las autoridades de los Estados Unidos tomen medidas contra el banco hasta que concluya un juicio contra cuatro antiguos ejecutivos de Barclays que se está celebrando en Reino Unido por un presunto fraude en relaciones comerciales con Catar. Están acusados el ex consejero delegado de la entidad John Varley (61 años), y los antiguos ejecutivos Roger Jenkins (61 años), Thomas Kalaris (63 años) y Richard Boath (60 años).
Las acciones del banco británica cerraron 2018 con una pérdida del 25,88% en la Bolsa de Londres. A largo plazo, los títulos de Barclays presentan una tendencia bajista, ya que lejos quedan las 290 libras en las que cotizaban en julio de 2015.