La pelea por la convergencia sigue su ritmo. Los operadores de telefonía se afanan en buscar su lugar, y el despliegue de fibra óptica se posiciona como un activo importante. Luego, cada uno lleva su estrategia. En el caso del Grupo MásMóvil se suman sus acuerdos con su propia inversión.
El resultado final es que el operador amarillo, según confirman desde la compañía, cerró el año pasado con 15,2 millones de hogares disponibles con su oferta de fibra óptica, cerca del 40% más que al cierre del año anterior.
De esta manera, el grupo ha conseguido superar esta cifra -que incluye su propia red, los acuerdos de bitstream y los accesos a través de la oferta regulada Neba- en muy poco tiempo, ya que hace tan solo 3 años que adquirió los primeros 720.000 hogares a finales del año 2015.
Además, en los últimos dos años la compañía dirigida por Meinrad Spenger ha acelerado su apuesta por la fibra y ha conseguido multiplicar por más de 2 su red FTTH, pasando de los menos de 7 millones de hogares con los que finalizó el año 2016 a los 15,2 millones con los que ha cerrado el año 2018.
LA FIBRA DE MÁSMÓVIL CRECE
Del total de hogares comercializables con fibra óptica a finales de 2018, casi 6 millones corresponden a su red propia, lo que supone multiplicar x6 su red de fibra propia en los dos últimos años y haberla multiplicado por cerca de 3 a lo largo de 2018, según explican desde la compañía.
Con este despliegue de fibra en los más de 15 millones de hogares, el operador amarillo puede comercializar su oferta convergente, disponible a través de sus marcas Yoigo, MásMóvil, Pepephone y Llamaya, en la totalidad de las provincias de la geografía española.
Con estos datos, desde el operador amarillo están en posición, cada vez más acentuada, de poder competir con las grandes compañías que lideran el sector. Básicamente porque los clientes siguen queriendo (y necesitando) paquetes con altas prestaciones, y la fibra se ha convertido en algo fundamental para el desarrollo de esta estrategia.