Los empleados de Amazon están hartos. No han parado de reivindicar mejoras en sus derechos laborales y por ello llevan muchos meses en pie de guerra. Desde el pasado 23 noviembre, día en que se celebró el Black Friday, los sindicatos han convocado ocho jornadas de huelga, en apenas mes y medio.
La última se producto la madrugada del 4 de enero, en la jornada pre-reyes. Los sindicatos señalaron que los paros fueron secundados por el 60% de la plantilla, una cifra ligeramente inferior a la del pasado 23 de noviembre, y que se realizaron con total normalidad, como de costumbre. Los piquetes pudieron informar sin problema, y no se registró ningún incidente. Ahora van a iniciar un periodo de reflexión, que pasa por reunirse con todos los sindicatos, plantear una estrategia a seguir y exponerla al resto de la plantilla para que, entre todos, decidan si se van a apoyar o no las medidas que se estudien.
Douglas Harper, miembro de ‘Amazon en lucha’ y sindicalista de CCOO, es una de las caras visibles del conflicto. Asegura que la empresa ha engañado a los trabajadores, y no va a quedarse quieto: “Nos sentimos estafados. Amazon no está en crisis, no hay ninguna causa real para desarrollar un plan de recortes tan importantes en la plantilla, al contrario está respondiendo a nivel exponencial. Nosotros no vamos a aceptarlo”.
El conflicto de los trabajadores con la empresa se ha enrocado. Rechazan el cambio de convenio porque sienten que han mermado sus derechos. “El problema no es el convenio sectorial de Madrid, el verdadero problema son las condiciones, que han cambiado radicalmente. Perdimos derechos y queremos recuperarlos”.
La empresa no se ha pronunciado, Harper señala que los empleados no tienen más opciones a seguir movilizándose, ya que Amazon continua con sus propuestas de recortes: “No tenemos una alternativa a la movilización, porque la alternativa es el diálogo, pero existe una negación real a una mesa de negociación. La empresa ha cerrado esa posibilidad”.
A la jornada de huelga del pasado 23 de noviembre le siguieron paros los días 24 noviembre, 7, 8, 15 y 30 de diciembre y 3 y 4 de enero, por lo que el gigante del e-commerce ha visto resentido sus envíos a domicilio y han experimentado un incremento en los gatos de transporte y logística. El centro de logística de San Fernando de Henares, el más grande de nuestro país, cuenta con aproximadamente el 40% del volumen nacional, por tanto, ante la convocatoria de huelga los envíos se tuvieron que derivar a otros centros y eso encareció el traslado de los productos.
Amazon no solo tiene problemas con sus trabajadores en España, durante la jornada del Black Friday, los empleados de Alemania, Francia e Italia también pararon. Francia lleva semanas de paros y aún no ha terminado. Ante internacionalización del conflicto, los pedidos han tenido que ser distribuido por el resto de Europa, por ello, los centros se han saturado, aún más y no tenían capacidad para gestionar el volumen de envíos.
CAMBIO DE ESTRATEGIA
Lo cierto es que Amazon sí se está viendo afectada por las revueltas de sus empleados, y por la visibilización del conflicto. Por ello, entre otras cosas, ha aumentado mucho la publicidad en los medios de comunicación y está modificando su estrategia de cara a los envíos. Los sindicatos creen que la empresa de Bezos va a cambiar su estrategia de distribución de cara al 2019 recién estrenado, “plantearán una estructura supletoria por si se producen más huelgas”. A los grandes centros logísticos, el de Madrid y Barcelona, hay que sumarle el resto de los centros pequeños que sirven de ayuda y apoyo logísticos a los dos principales y parece ser que la compañía podría abrir orto de grandes dimensiones.
Para Harper queda mucho por hacer: “La mayoría de centros que hay en España son muy jóvenes, no tienen ni un año, hay muchos que no tienen ni siquiera un comité de empresa, ni una organización sindical. Además, tienen una temporalidad altísima, muchos contratos se hacen a través de empresas de trabajo temporal”.
En 2018 los trabajadores de Amazon pararon en diez ocasiones, entre ellas, en el Prime Day, el día de ofertas especiales para los clientes Premium, y el Black Friday, que es el día de mayores ventas del año. Los sindicatos lo tienen claro, “aunque la empresa no lo reconozca, las huelgas provocan muchos retrasos en los envíos”.