El taxi calienta motores para un año crucial: ya hay amenazas de huelga

El taxi ha empezado el año igual que como lo terminó: enfadado y en pie de guerra. El 2018 no ha sido un año fácil, los taxistas han lidiado batallas en los despachos y en la calle, sin embargo, pese a la euforia inicial, el sector sigue considerándose el patito feo, y cree que el gobierno les ha tomado el pelo.

En Barcelona ya se están organizando. La asociación Profesional Élite Taxi, ha enviado un comunicado amenazando con ocupar las calles nuevamente. Consideran que ni la Generalitat ni el Área Metropolitana de Barcelona han cumplido lo acordado. Por ello han convocado a la junta directiva para acordar la hoja de ruta de cara a posibles nuevos paros indefinidos.

La asociación asegura que está harta de esperar nuevas disposiciones que no llegan y exige al Gobierno catalán que cumpla con las medidas aprobadas en el proyecto de ley del taxi, que establece, entre otras muchas cosas, que los gobiernos autonómicos y ayuntamientos cojan las rindas y regulen a las VTC. Según la normativa deberán conceder una segunda licencia para que los trasportes con conductor, Uber y Cabify, puedan operar en territorio urbano, de no ser así sus competencias pasarías a ser interurbanas.

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Elite Barcelona ha anunciado, a su vez, que interpondrá una macrodemanda por daños patrimoniales contra las administraciones y animan al sector a unirse a la misma.

En Madrid se respira tensión. La calle lleva unos meses muy caliente, como en un compás de espera. En julio de 2018 los taxistas madrileños convocaron paros indefinidos, arengados por sus compañeros de Barcelona, y consiguieron que el gobierno escuchara sus requerimientos. Ahora parece que siguen en sintonía y consideran que en la capital todo puede pasar.

La plataforma Caracol, una de las organizadoras de los paros del pasado verano, está alerta. Se ha quejado sistemáticamente de la mala praxis de los coches con conductor, que actuan como falsos taxis en la capital. El pasado mes de noviembre, tras la manifestación que concentró a aproximadamente 3.000 taxistas en Madrid, declaraclaró la guerra al gobierno de Ángel Garrido por su inacción a la hora de aplicar las medidas.

CARTA ABIERTA Y DECLARACION DE INTENCIONES

El portavoz de Caracol, Saúl Crespo, uno de los taxistas más activos en las movilizaciones, ha enviado una carta abierta al sector del taxi en la que habla de la situación actual y de hacia dónde ha de caminar el sector, a partir de ahora. En la misiva reconoce que es el momento de reaccionar y de “quemar el último cartucho” y apunta, textualmente: “si vamos a la indefinida, vamos todos juntos”, lo que parece toda una declaración de intenciones. Además, pide unidad para dignificar la profesión y señala que juntos son más fuertes. Este es parte del fragmento que ha enviado:

La situación en Madrid es dantesca unos refuerzos impuestos unilateralmente por el Ayuntamiento y por el señor Francisco José Carmona director general de Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. Estamos teniendo las navidades peores de los últimos 30 años y aquí no pasa nada para las asociaciones representativas. Los taxistas tirados en la calle realizando unas facturaciones paupérrimas y nadie dice nada nadie se mueve. Ya por todos lados planea la petición de volver a convocar un paro indefinido cómo solución a los problemas que estamos teniendo actualmente y que llevamos soportando los últimos 10 años. Un paro plenamente justificado ante la dejadez de las administraciones y ante los intereses ocultos de muchos de nuestros gobernantes. Este paro para que sea un éxito ha de ser secundado por todos los taxistas titulares o asalariados sin distinción. 

La profesión de taxista está herida de muerte si no reaccionamos ahora no tendremos otra oportunidad. ¿Responsables? En primer lugar, la Comunidad de Madrid que está mirando para otro lado viendo como su servicio público del taxi muere lentamente. Nuestras mayoritarias mirando para otro lado y preocupándose más por cobrar los 3000 a fin de mes que por representar y solucionar los problemas de los taxistas. Los partidos políticos llenos de buenas palabras, pero con hechos tangibles ninguno.  y mientras el sector del taxi agonizando con un peligro real de desaparecer y dejar a los ciudadanos en manos de multinacionales que solo ven números en los balances contables sin humanidad sin nada que ofrecer solo hambre y explotación.”

 EXIGENCIAS DEL TAXI

El taxi exige a las instituciones que se cumpla con la nueva ley que aprobó el gobierno el pasado mes de octubre. En ella traslada a los CCAA y ayuntamientos la gestión de las VTC. Serán ellos los que tengan que conceder una segunda licencia para operar, de no ser así las competencias serán interurbanas. Sin embargo, a día de hoy todo sigue igual, ya que el decreto estableció una moratoria de cuatro años para su aplicación, lo que se considera una indemnización en tiempo, y de momento nadie ha movido ficha. El 2019 es año electoral, habrá elecciones autonómicas y municipales, y todo apunta a que no se tocará nada hasta después de los comicios.

Ni las VTC, ni el taxi ni las comunidades autónomas están de acuerdo con la nueva normativa. Las VTC sienten que peligran más de 15.000 puestos de trabajo. El taxi no está de acuerdo con la indemnización en forma de tiempo y las comunidades autónomas no quieren asumir la gestión de las VTC sin que se les haya asignado una cuantía económica.